Scotland Yard era un mar de gente. Mycroft intentaba aparecerse por allí lo menos posible, pero traer a su hermano de vuelta a la vida implicaba que Lestrade supiera su gran mentira. Porque el Hombre de Hielo podía mentirle a la persona que más amaba para proteger a Sherlock.
Haría lo que fuera por Sherlock. Incluso si ello implicaba perder al único hombre que había logrado captar su atención, llenando de color su mundo de grises. Abandonar su felicidad por proteger a su ingrato pero adorado hermanito.
Golpeó la puerta con pánico. Hacía dos años que no cruzaban palabra. Extrañaba sus ojos oscuros, su destello plateado y su perfecta sonrisa. Recordar los pocos pero increíbles momentos que habían tenido juntos era un bálsamo para su alma carcomida por la culpa.
Lestrade jamás lo perdonaría por semejante mentira. Él, que tantas veces le había pedido que descargue su dolor por la muerte de Sherlock, jamás podría indultarlo por haberle ocultado la verdad. Mycroft jamás había conocido a alguien tan bondadoso como él. Negó con la cabeza al entender que su adorado Detective Inspector era absolutamente único e irrepetible. Y él lo había perdido.
Sinceramente, estaba acostumbrado a dejar de lado la satisfacción personal. Siempre conformando al mundo, siempre siendo correcto. Siendo lo que todos esperaban que él fuera. Olvidándose de quién era realmente, si eso era necesario.
Gregory Lestrade apareció ante sus ojos. Parecía que había envejecido mil años, pero aún brillaba. La luz plata que emanaba no desaparecería jamás. Y Mycroft jamás podría dejar de sentirse intimidado por él.
El Detective Inspector lo observó por una milésima de segundo antes de abrir de par en par la puerta del despacho para permitirle la entrada. Con la mano derecha le señaló una silla. El mayor de los Holmes permaneció de pie, sin poder quitarle la vista de encima.
- Inspector Lestrade, necesito que usted sepa algo
- John Watson me ha llamado horrorizado - replicó - Aparentemente Sherlock Holmes a regresado de la muerte
Un silencio incómodo llenó el aire. Bajó su mirada, porque sentía vergüenza de osar mirarlo a los ojos. Esos oscuros ojos que tantas noches lo habían dejado sin dormir, ahora quemaban como el fuego.
- ¿Era eso lo que me ocultaste por tanto tiempo? - susurró - ¿Eso fue lo que nos ha destruido?
- No podía decirte que estaba vivo, ni a dónde viajaba
- ¿No podías confiar en la persona que te ama?
- ¿Aún me amas?
- Te amaré siempre, Mycroft - susurró - Pero eres una mentira tras otra, así no puedo confiar en ti
Las lágrimas brotaron. Mycroft no podía seguir escuchando la voz de Lestrade.
Un puñal en el pecho hubiese dolido menos.
El Hombre de Hielo se agrietaba. El Hombre de Hielo se destruía. El Hombre de Hielo se derretía en lágrimas de sal.
El hombre de Hielo sentía. Y deseaba hacer lo que fuera necesario para dejar de sentir.
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All Of Me
FanficNo todo es misterio y crímenes difíciles de resolver en el 221B de la calle Baker Street. Algo más está naciendo dentro de esas paredes. Algo completamente incontenible. CONTIENE: Johnlock & Mystrade, para todas las fanáticas del slash. Foto de port...