Tus padres te aman

9.8K 1.2K 256
                                    

Una mierda.

Si alguien le preguntaba cómo describiría su día en una sóla palabra, sería esa: mierda.

Ese día, sus hermanos no estaban en casa, así que él se quedó sólo con sus padres, y cómo era de esperarse, el bastardo de Enji aprovechó la ocasión.

Él se encontraba en su habitación cuando pasó, y diferente a otras veces, en esta ocasión decidió intervenir y defender a su madre.

En cuanto llegó a la cocina, la escena de Enji con el puño alzado, mientras que su madre se lamentaba en el suelo, sólo consiguió hacerle hervir la sangre, y por ende no pudo contenerse.

La furia lo hacía tener recuerdos borrosos, pero los gritos de Enji junto al dolor de sus manos, le había hecho darse cuenta de que lo había golpeado con todas sus fuerzas.

Por supuesto que su padre enfureció por eso, consiguiendo que con un par de jaloneos sumado a un sin fin de insultos hirientes, lo sacara casi a patadas de su casa.

Shoto sabía que la peor parte se la llevaría su madre, pero ahora no tenía cómo volver a su casa.

Tampoco podía llamar a sus hermanos, ya que su celular se había quedado en su habitación.

Sin nada qué hacer, comenzó a patear con fuerza la gran puerta, mientras gritaba con enojo y sentía las gruesas lágrimas de coraje recorrer sus mejillas.

Duró algunas horas fuera de su casa, mas al final decidió marcharse en busca de algún lugar para poder calmarse, y era justamente lo que ahora estaba haciendo.

Su día era una mierda.
Su vida era una mierda.
Su padre era una mierda.

Y él lo odiaba.

El sol comenzaba a caer con lentitud, y en su despedida, las nubes ahora saludaban gustosas la bella luna que ahora se asomaba.

Shoto caminó hasta el parque más cercano, en dónde tomó asiento en una banca y se dedicó sólo a observar el cielo.

Su mejilla dolía.
Él no lo veía, pero estaba seguro de que esta se encontraba roja por culpa de un fuerte golpe causado por su padre.

Quería llorar y que alguien lo sostuviera, pero en estos momentos estaba en completa soledad.

Sólo habían dos personas quien esos momentos podían ayudarlo, pero temía que terminara molestándolos con su presencia al no tener cómo avisar de su llegada.

Bueno, habrá que arriesgarse.

˚˙༓࿇༓˙˚

ーPor favor, Kacchan~ー

ーCarajo, Deku. Te dije que no, y no insistas.ー

ーPero, si no lo haces tú, ¿quién lo hará?ー

Bakugo quedó pensativo con su pregunta.

ーPor favor~ー volvió a rogar.

ーDeku, te hice una rusa ayer, y además ya tomé una ducha, no volveré a tomar otra sólo porque tú estás caliente.ー soltó molesto.

El mencionado hizo un puchero con su respuesta y se cruzó de brazos, mientas fruncía su ceño.

ーNo te diré que sí sólo porque hagas berrinche.ー habló Katsuki ante su comportamiento.

Izuku sólo volteó su mirada con molestia, ignorando sus palabras.

El ojirubí bufó.ーYa te dije que no, Deku.ー de nuevo fue ignorado.ー ¿Enserio así te vas a poner?ー silencio.ー¡Mierda, está bien! ¡Te haré una jodida rusa! ¡¿Felíz?!ー

𝙋𝙖𝙥𝙞𝙨⊰⁠⊹ฺ ║⁠ Bakudeku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora