No tenía nada de sentido, Lindsey Ballato se mantuvo acostada en su cama tal vez por horas después, preguntándose a qué podría haberse referido Jamia.
Porque no es como que le hubiera dado una gran explicación, ¿cierto?
Solo fueron palabras, fuertes y con un presuntuoso significado escondido, y luego, simplemente nada, silencio además del azotón de la puerta, porque Lindsey la había cagado, eso seguro, Jamia se lo había hecho notar al menos, pero no podía entender cómo.
Y después de una hora de solo estar en cama en un estado de contemplación que la hacía preguntarse por qué desperdiciaba tanto tiempo en Jamia, no es que pasar tiempo pensando en ella era necesariamente un desperdicio, pero, joder... nada tenía sentido, y si Lindsey estaba segura de algo en ese momento era de lo antes mencionado.
Y luego de que esa hora pasara, no es que haya estado tomando el tiempo, simplemente se cansó de estar cansada, y decidió 'superarlo', porque había mejores cosas que hacer que deprimirse y obsesionarse por algo que estaba más que fuera de su control; Jamia era Jamia, Jamia era su mejor amiga, y siempre han sido mejores amigas, y tal vez siempre lo serían, y Lindsey tenía una extraña esperanza en eso.
Tal vez fue esa esperanza la que la hizo salir de casa con muy pocas cosas en la cabeza, porque este solo era un día 'libre', y mañana estaría bien, o tal vez al día siguiente, y ellas estarían bien, porque siempre lo estaban.
Pero en el fondo, Lindsey no podía evitar sentir como que, esta vez, de alguna forma, había algo un tanto diferente.
Pronto alejó esa idea, sin embargo, mensajeando a los primeros seis chicos que aparecieron en su lista de contactos, acordando ir a la casa del primero que le contestara: maldito Brendon Urie, pero no es como que Lindsey estuviera en sus cabales como para al menos tener la dignidad de ponerse quisquillosa, y bueno, parecía que, en efecto, les debía una disculpa a las bolas de Brendon Urie después de todo.
Por supuesto, en cuanto a cómo se saldaría esa deuda, se decidiría en casa de Brendon, en su habitación, tal vez; y no era Mikey, pero ya no importaba, porque incluso ahora, su estúpida atracción no importaba; simplemente necesitaba a alguien, y alguien que le contestara los mensajes en segundos, alguien de quien ocuparse después de una mamada o algo, porque si había aprendido algo en la vida, es que la amabilidad ciertamente no venía gratis.
Estaba segura que se arrepentiría de esto mañana, o tal vez en cuanto terminara, o tal vez incluso mientras sucedía, pero eso no significó nada en este momento para su cabeza, la cual era más que un desastre de pensamientos complejos y estúpidos sentimientos, y por supuesto, las peores emociones del mundo.
Y tal vez incluso estaba tan jodida como para ver a Brendon Urie como si fuera parecido a Jesús o alguna otra deidad, o tal vez solo era la luz del pasillo detrás de él cuando abrió la puerta y le sonrió.
"Hola, ¿qué pasa?" Preguntó, mirando a Lindsey de arriba abajo con ojos amplios y cejas levantadas, y tal vez con bastante distancia entre ellos, porque, si Brendon era honesto, realmente nunca se recuperó de ese incidente del verano pasado.
"No pasa nada, Brendon, yo solo, solo... quiero verte." Lindsey dijo como si nada, poniendo la sonrisa más falsa del mundo mientras entraba y cerraba la puerta.
"Algo realmente sucede si Lindsey Ballato quiere hablar conmigo a voluntad." Brendon dijo burlón, viendo cómo Lindsey se le quedaba viendo, y el chico de frente gigante sintió un aumento de preocupación por sus bolas, y dios santo, esas botas que Lindsey llevaba hoy – no gracias.
"Vaya. ¿Eso es lo que realmente piensas de mí? No soy una perra desalmada, sabes. Si alguien está siendo desalmado en este momento, eres tú –"
"Vamos, vamos, Lindsey, solo dime qué sucede." Brendon negó con la cabeza, tal vez incluso atreviéndose a sonreírle a Lindsey, lo cual en serio significaba algo dadas las circunstancias. "Eso no es... esto no es –"
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El Club De Élite De Personas Que Han Visto Desnudo a Gerard Way (Español)
FanfictionFrank es un estudiante de preparatoria irremediablemente chaparro, irremediablemente desesperado, y básicamente desesperanzado, cuyo único amigo es el chico asombrosamente alto del afro: Ray Toro. La escuela es mundana, la escuela es solo, bueno, la...