17: Las Cosas Se Ponen Un Poco Gay

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No es que Mikey jamás se haya sentido tan vivo en primer lugar, aun así, creía que debía haber algo más, incluso de parte de Pete, el chico sentado a su lado con muy poco para decir.

Pero no es como que Mikey haya esperado alguna vez explicarle esto a Pete.

Joder, esto no era más que un repentino recordatorio que se sentía como una bofetada, de lo horrible que era la escuela, no es necesario decirlo, Mikey apreciaba casi nada el 'gesto'.

De hecho, más que nada, estaba resentido ante el silencio de Pete, no es que le gustara menos por eso, claro, porque el propósito en la vida de Pete ciertamente no era proveer a Mikey de apoyo emocional, y por más loco que estuviera, Mikey lo sabía, y lo sabía tanto como sabía que, para este punto, tenía que haber algo más entre ellos, le había costado esa salida al lago y su madre para asegurarse de ello.

Claro, Mikey no tenía una jodida idea de cómo demonios se suponía que debía procesar dicha información, y, como con todos los dilemas de su vida, había optado por la nicotina y la constante decadencia de sus pulmones.

Incluso consideró disculparse con estos cada que tomaba su encendedor, porque definitivamente necesitaban una especie de disculpa para este punto, talvez incluso demasiadas disculpas, porque Mikey había tomado terribles decisiones jodidas que eran una un poco más terrible que la otra, y sus pulmones ciertamente estaban pagando el precio.

Y sabía que en ese momento necesitaba salir de la escuela: escaparse de nuevo, independientemente de si el chico más bajo lo seguía o no, porque, sorprendentemente, no todo giraba entorno a Pete, y Mikey necesitaba su vida de vuelta, necesitaba fumar hierba y gruñir mientras miraba al cielo tormentoso, dejando a su mente devorar cualquier emoción o sentimiento alguno.

Y al edificio escolar y al chico a su lado: con sus ojos amplios y sonrisas que no le ayudaban para nada.

Ni siquiera pudo formular una sola palabra antes de ponerse de pie, esforzándose por evitar la mirada de Pete al hacerlo, sin una idea de cómo lograría esto, y a dónde demonios iría, solo sabía que tenía que irse, tenía que aclarar su cabeza, definitivamente podría lidiar con las consecuencias más tarde.

O tal vez solo era la parte irracional de su cerebro hablando.

O tal vez todo su cerebro era la parte irracional.

Era probable.

Bastante jodidamente probable.

"¿A dónde vas?" Pete finalmente pareció notar al chico frente a él levantándose, haciendo un intento de huida, y Mikey no pudo evitar voltearse, porque no podía evitar preocuparse, porque no podía evitar importarle Pete, y en realidad no era su culpa, pero tal vez solo necesitaba a alguien a quien culpar – alguien que no fuera él, para variar.

"Yo... yo... solo... lejos, afuera, ¿sabes? Por aire, un cigarro, algo más, necesito espacio, y odio esto... el silencio que demanda palabras, y no tengo nada que decir y tampoco tú, pero se siento como si debiéramos decir algo, y odio eso, realmente lo hago, ¿sabes?"

"Creí que odiabas todo." Pete añadió, un trazo de sonrisa en sus labios mientras se ponía de pie: este gesto haciendo evidente su plan de seguir a Mikey.

"Bueno, no, no exactamente, pero... la mayoría... como el noventa y nueve por ciento de las cosas, o algo así. Tú definitivamente eres una excepción: nunca podría odiarte, y a los cigarros, los odio, pero los necesito, y Gerard, no lo odio, y Frank, porque él es un buen amigo –"

"¿A dónde vamos?" Pete preguntó, interrumpiéndolo y acercándose más a Mikey a la vez.

"¿Nosotros?" Mikey alzó un poco las cejas, sorprendido, a pesar del hecho de haber sabido que esto pasaría.

El Club De Élite De Personas Que Han Visto Desnudo a Gerard Way (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora