Capitulo 13 | Presente

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- ¡Merida! –

- ¡Déjame en paz! –

- ¡No hasta que hablemos! –

- ¡Suéltame Hipo! –

- ¡¿Por qué?! ¿Por qué no me dijiste? –

- ¿Para qué? No cambiará nada ¡Tú no cambiaras nada! –

- ¿Eso crees? –

- Es lo que sé. Voy a casarme, Hipo. Se hará la competencia y... y mi destino está sellado. –

- No Merida, no lo voy a permitir. No voy a permitir que eso suceda. –

- ¿Lo prometes? –

- Lo prometo. Ambos, juntos, encontraremos la solución. –

Mery no sabía que había sido esa visión en su cabeza. Lo único que pudo hacer fue salir corriendo del lugar.

El forastero que había salvado había estado en su mente, el dragón negro era el de su tatuaje y todos los símbolos que vio en ellos habían estado en sus sueños. Corrió y corrió hasta llegar al campamento; todos estaban dormidos y no parecía que Peter estuviera en el campamento, la pelirroja pensó que fue a dar rondas en la isla, por seguridad. Trató de calmarse y bajó a la madriguera para ir a su cuarto. No dejó de pensar en los ojos verdes hipnotizantes que vio, pero no del dragón, sino del forastero que salvó "¿Quién es? ¿Por qué está aquí? ¿Volveré a verlo?" con tantas preguntas en su mente terminó agotada y durmió.

Mery no estaba tan equivocada. Peter Pan si fue a recorrer la isla, pero fue en particular a buscar a sus fieles sirvientes.

- ¿Peter Pan está preocupado? –

- Qué divertida situación ¿Verdad? –

- No tienten su suerte conmigo, Tinker Bell y Attina. No tengo humor para burlas. –

Pero al hada y a la sirena pareció no importarles; ambas se colocaron frente a él de manera soberbia, Tinker parada con los brazos cruzados y Attina sentada en la orilla del mar sobre una roca con una enorme sonrisa llena de burla.

- Aquí tienes las memorias de los cuatro grandes. No fue fácil volverlos a sacar del fondo del lago así que espero lo aprecies. –

- Hadas de la luna me han dicho que los Guardianes han trabajado de manera normal, hasta ahora los tres estorbos siguen en casa del panzón rojo y SandMan sigue buscándote en sueños de niños. –

Pan le arrebató las memoras a la sirena y se dirigió a Tink.

- ¿Segura? –

- Es lo que sé. Mañana o en dos días vendrá mi aliada en los dientes para confirmar mejor información. –

Él asintió y las mujeres se vieron entre ellas; sabían que Pan no era el mismo y temían por la isla. Si Peter Pan no estaba bien la isla no estaría bien. Peter quiso tener las memorias de los chicos de la profecía para estar preparado y tener una ventaja cuando aparecieran, porque sabía que aparecerían; como una piedra en su zapato, los cuatro grandes aparecen para darle problemas cuando menos lo espera. Pero las memorias de Mery estaban en el collar de la sirena Adara, Peter quería que siguiera así ya que jamás podrían caer en manos de cualquiera, sería peligroso y no perdería a Mery.

- ¿Y... tu protegida? –

- Durmiendo en el campamento. –

- He visto sus recuerdos con Adara. Sabes lo poderosa y peligrosa que es ¿Verdad? –

Nunca JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora