Capítulo 15 | El pasado sobre la mesa

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Por muy raro que pareciera, era la realidad; Rapunzel, Hipo y Jack estaban en el barco pirata del Capitán Garfio

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Por muy raro que pareciera, era la realidad; Rapunzel, Hipo y Jack estaban en el barco pirata del Capitán Garfio. Los tenían en un camarote encerrados y Chimuelo estaba bajo cubierta encerrado en una jaula, Hipo estaba enfermo, estuvo inconsciente todo el tiempo; gracias a eso Chimuelo no atacó. Pero los piratas fueron más amables de lo que esperaban; tal vez fueron en contra de su voluntad, pero no los lastimaron; les dieron un lugar cómodo para quedarse, aunque estaban encerrados.

Y al final Garfio ayudó a Hipo. Con la información que consiguió Jack fue suficiente para empezar y Garfio tenía experiencia enfrentando a las sirenas de Nunca Jamás; trajeron lo necesario. Hicieron un corte algo profundo en un brazo de Hipo y salió toda la sangre contaminada, estaba de color morado oscuro; en algún punto despertó solo por el dolor, no estaba consciente, debieron sujetarlo mientras el capitán apretaba su brazo y de la herida salía más sangre. Cuando empezó a aclararse y salir roja como debía ser, solo dejaron que fluyera otro poco y lo vendaron.

- Se pondrá bien, pero no puedo decir cuando despertará. –

- Gracias. –

Le dijo Rapunzel. El capitán le sonrió y Jack se puso delante de la rubia.

- ¿Nos dejaran ir? –

- No, no en realidad. –

Jack apretó sus puños.

- Relájate niño. No quiero que congeles mi nave. –

- ¿Por qué nos trajiste? –

- Necesito algo de ustedes y tal vez yo podría ayudarlos. Sin mencionar que parecían necesitar que alguien los salvara. –

- ¿Y tú, ahora, quisiste ser el héroe de la historia? –

Garfio se hartó y tomó a Jack del cuello. Rapunzel fue sujetada por un pirata antes de que pudiera intervenir.

- No sé qué cuentos hayan escuchado de mí, de Peter Pan y de esta maldita isla, pero no soy el villano aquí. Sin embargo, puedo comportarme como uno. Así que dejen de provocarme. –

Buscó en los bolsillos del peliblanco y encontró el collar de perlas de la sirena, el verdadero.

- Así que sí lo llevaste a la laguna. Muy arriesgado ¿No crees? –

Sujetó el collar y empujó lejos a Jack. Soltaron a Rapunzel y a Hipo lo dejaron recostado en una cama. Todos los piratas salieron y encerraron a los chicos.

- ¿Ahora que haremos, Jack? –

Él solo suspiró. Se sintió débil sin su cayado y no quería intentar nada para no poner en riesgo a Rapunzel o Hipo.

- Creo... que debemos esperar a que Hipo despierte. Y todos armaremos un plan. –

Pero Garfio tenía sus propios planes. Necesitaba a los Cuatro Grandes reunidos para que derrotaran a Peter Pan y él, al fin, pudiera largarse de esa isla para siempre.

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