"Los Cuatro Grandes" el futuro de la magia. Cuatro pequeños que están destinados a la grandeza, a ser los héroes que protejan todos los mundos llenos de magia. La Luna, El Sol, La Tierra y El Destino lo decidieron así. Pero, la existencia de otro ni...
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Rapunzel se acercó tímidamente a Jack, le parecía un sueño, uno de esos hermosos sueños donde veía a Jack, aunque después despertaba. Pero eso no era un sueño, Jack estaba ahí, frente a ellos; todos estaban sorprendidos.
Rapunzel lo tomó por el rostro con delicadeza y se emocionó al notar que podía tocarlo, se emocionó porque era real.
- No puede ser, en serio están viéndome, en serio está pasando –
Rapunzel comenzó a llorar. Supo que era Jack en el momento en que habló. No resistió más y lo abrazó, tardó un poco, pero el peliblanco le regresó el abrazo de una manera cariñosa.
- Estás aquí. –
- Yo siempre he estado aquí Princesa. –
Entonces la emoción de Rapunzel cambió. Se separó de Jack y lo miró con algo de curiosidad, él jamás la había llamado así. Hipo tomó a su amiga por los hombros y no dejaron de ver a Jack.
- ¿Por qué... por qué esas caras? Hace un momento parecían felices, sin palabras, pero felices... ¿Princesa Rapunzel? ¿Chico dragón? –
Rapunzel se quedó sin palabras y sintió un hueco en el estómago. Agradeció que Hipo tomara la palabra.
- Jack ¿Sabes quiénes somos cierto? –
- Bueno... a la Princesa la he seguido por varios meses. Me he quedado en su reino. –
"¿Meses? ¿Quedarse en mi reino?"
- ... y tú, bueno... escuché tu nombre... Hipo ¿Verdad? –
- No puede ser. –
Hipo soltó a Rapunzel y fue directo a Jack para tomarlo de su camisa de manera brusca, ya que estaba enojado.
- ¡Jack, dime que es una broma! –
Jack también se alteró.
- ¡Oye!... ¿Quete pasa? ¡Quítame las manos de encima! –
Y entonces lo soltó, pero Hipo seguía enojado, trataba de entender que le pasaba a su amigo. Tal vez había cambiado físicamente; tenía el cabello blanco y ojos azules, pero era Jack y Rapunzel no tenía duda de eso.
- Lo siento... yo, yo no quería ser algún tipo de inconveniente para ustedes. Creí que cuando alguien lograra verme sería más feliz, pero... veo que causo problemas, así que... -
- No, no te vayas. Por favor. –
Suplicó Rapunzel. Luego Hipo habló.
- Es solo que creíamos que estabas muerto. Ahora estás aquí frente a nosotros, pero actúas como si no nos conocieras... -
Hipo perdía de nuevo la calma.
- ... estás vivo y no sabíamos, nunca nos buscaste ni siquiera a Rapunzel ¡¿Sabes cuanto daño le ha causado tu muerte?! ¡¿A mí?! ¡Perdí al amor de mi vida y a mi mejor amigo! ¡Al mismo tiempo!... ¡¿Dónde estabas?! –
