Victoria
Estoy esperando junto a otras diecinueve chicas, que a primera vista, todas me caen mal. Conmigo es así, tienes una cuenta de cien puntos negativos, tus acciones harán que se mantenga o que restos puntos malos y sumes buenos, si no te conozco, empiezas en cien.
Unas camionetas nos recogieron en lobby de un hotel, en el que ni siquiera nos registramos, pero al parecer es un hotel privado y exclusivo en donde los medios no nos molestarían. Al Palacio, obviamente, no le gusta que sus actividades parezcan sacadas de un circo, para ellos es importante tomar con seriedad todo lo que se lleva acabo dentro de sus puertas. Eso los hace sumar puntos a su favor.
Subí a una de las camionetas, tome asiento en la última fila, lo cual agradecí cuando escuché a una de las concursantes, hablar y quejarse de todo , como si entrar al concurso la hiciera de la realeza y le diera derecho a juzgar todo. Me aburren. Recargue mi cabeza en la ventana y me empecé a quedar dormida. Unos minutos más tarde , la chica escandalosa comenzó a chillar que ya habíamos llegado, abrí los ojos y efectivamente, las camionetas entraron a un largo camino rodeado de árboles enormes, jardines verdes salpicados de colores a causa de las flores. Era lindo, pero su belleza no me quitaba las ganar de querer meter mi puño en la boca de la tipa que no dejaba de hablar. Fue un alivio que bajáramos de la camioneta y su voz dejara de retumbar en mis oídos.
Nos formaron en una línea frente a la entrada del Palacio, había unas escaleras blancas con barandales de concreto y pilares a juego, bastante predecible. Todo esto parecía sacado de una película, y al parecer yo era una de las actrices principales. Me encontraba en una fina línea de ser una de las protagonistas, o convertirme en el árbol número tres.
Soy curiosa, con las cosas que me interesan, esta de más decir que no tengo ningún interés de estar aquí, pero las concursantes me llenaron de intriga, pues yo creí que este concurso era para ser esposa de siete vejestorios, y por lo que escuche de ellas, al parecer estoy equivocada. Todas hablaban de lo guapos y buenos que estaban, palabras de ellas. Si tan solo me hubiese interesado un poco, habría hecho una búsqueda en Google y no estaría a ciegas en esto, pero bueno, en algún momento sabré de que rayos hablan todas.Observar a las concursantes me provocaba diferentes sensaciones, quiero matar a una y hay alguna otra que me provoca ternura. El problema son las chicas “con dinero”, esas que ya se creen de la realeza. No se sus nombre pero, las idiotas intentan ver por debajo a las demás.
Una señora llamada Katherine llamó nuestra atención, nos dios instrucciones sobre el Palacio y las clases, nos hizo llegar una caja y una tarjeta con un número, tengo el número dieciocho y al parecer esto nos ayudara a identificar varias cosas y a formarnos en orden, como niños de preescolar.
Luego de la larga platica, Katherine nos pidió entrar al Palacio, nos asignaron una doncella y esta nos acompaño a nuestra habitación. La chica que me acompañaba no era ni tres años más chica que yo, parecía tímida y me hizo sentir bastante incomoda.
-Esta es su habitación, Princesa.- me reí, yo era todo menos una princesa.
-Me llamo Victoria, no Princesa.- abrí la puerta y entré a la habitación. Era muy linda, a pesar de lo que puedo aparentar, amo el color rosa y soy una persona bastante sensible, es solo que la vida me ha hecho dura. Mi habitación era blanca con rosa, había algunas cosas en tonos grises, pero la colcha pelida color rosa pastel, era el corazón de la habitación. Parecía ser tan suave que daban ganas de acostarse y no levantarse en días, cosa que probablemente no podría hacer ya que se me acababa de informar que asistiría a clases. Como si no tuviera suficiente con la escuela.-esta es su habitación, puede disponer de cualquier cosa que haya aquí, todo es suyo.- hizo un pausa y pareció darse cuenta de que cometió un error -Mi nombre es Hanna, soy su doncella y puede hacerme saber sobre cualquier cosa que necesite.
-Hanna, detente- la chica hablaba rapidísimo y yo empezaba a marearme con tanta información. -Yo no soy tan mala como luzco, puedes relajarte.
-Si, señorita
-Me llamo Victoria- repetí fastidiada
-Lo siento… Victoria. También estaré viniendo a traer su ropa para las cenas y la ropa de día esta en su armario, aun así vendré a ayudarla con eso.
-¿Por qué necesitaría ayuda para vestirme?- dije riendo
-Bueno, es mi trabajo.- dijo apenada y supe que no llegaría a ningún lado con ella el día de hoy. -Además, ponerse los vestidos no es tan sencillo como parece.- volteo nerviosa hacia otro lado y continuó -Me iré para dejar que descanse, más tarde vendré a ayudarla a que se prepare para la cena- asentí y la chica huyo de aquí.
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El Diario Real: Princesa Victoria (+18)
Fiksi PenggemarLas reglas son para romperse, sin importar las consecuencias. Eso es lo que Jungkook piensa, hasta que él, la chica que ama y el Reino, se ven amenazados por sus decisiones. El concurso para conseguir a su futura esposa, ha empezado. El Príncipe Jun...