Capítulo 26

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Después de quedarse horas extras en su oficina, Madeleyn estaba preparada para irse a casa. Salió de su oficina con carpetas en su brazo para trabajar en ellas esa noche.

Al llegar al estacionamiento de su apartamento Mateo y Madeleyn subieron por el ascensor, al salir de él se sorprendieron de ver a Carol, Leo y Rayan en la puerta de su departamento esperando.

Los chicos al percatarse de la llegada de Madeleyn y Mateo. Carol se acercó rápidamente a abrazar a Madeleyn.

–¡Maddy! ¡¿en serio te encuentras bien como para estar fuera de cama?! –preguntó preocupada.

–Estoy bien, no te preocupes. Leo puede dar fe de ello –dijo para tranquilizarla.

–Mi recomendación era que te quedaras en cama, pero eres tan obstinada que fuiste a la empresa –exclamó Leo.

–¿Que hacen tan tarde aquí? –preguntó Madeleyn para cambiar el tema y evitarse una reprimenda de Carol.

–Leo me pidió esta tarde que lo acompañara para cambiarte los vendajes.

–No tenía por qué molestarte.

–Si tenía. Leo quiere que te ayude a darte un baño de esponja para evitar que la herida se moje y cambiar tu vendaje.

–A menos que quieras que Leo lo haga. No creo que tenga inconveniente en hacerlo –se burló Rayan.

Los dos no pudieron evitar avergonzarse por el comentario. Por lo que Madeleyn prefirió no contestarle y hacer como si no lo hubiera escuchado.

–Gracias por preocuparse por mí.

Entraron al departamento de Madeleyn, los chicos se quedaron en la sala mientras Madeleyn y Carol iban a su habitación. Carol le ayudó a quitarse la blusa y el vendaje, protegiendo la herida para evitar que estuviera en contacto con el agua. Carol la ayudo a lavarse primero el cabello.

–Leo estuvo preocupado por ti todo el día.

–No lo creo, él siempre muestra serenidad.

–Él puede mostrarse demasiado genial ante la persona que le gusta, pero es como lo demás chicos, puede llegar a ser un tonto cabeza hueca e infantil.

–Carol, ¿en serio crees que le gusto?

–¡Por supuesto! ¿Qué te hace dudarlo?

–Siento que él está enamorado de otra persona que no soy yo.

–Tienes una hermana gemela –se burló Carol.

–No. Pero él no me conoce lo suficiente y tal vez no le agrade como soy en realidad.

–Por eso están saliendo para conocerse, para conocer sus virtudes y defectos. Después de conocerse sabrán si pueden seguir o no. Pero también ten en cuenta que tú tampoco conoces del todo a Leo.

–Lo tendré en cuenta.

Carol al terminar de bañarla, colocarle el nuevo vendaje y ayudarla a vestirse. Al terminar las dos salieron de la habitación para encontrarse con los chicos en la sala.

–¡Listo! –anunció Carol.

–Nosotros también ya terminamos, le indicamos a Mateo la dieta que debes seguir y las precauciones que debes tomar –dijo Rayan.

–Perdón por molestarlos tanto.

–A mí no me molesta. Se puede decir que vine de entrometido, pero Carol, ella sí tuvo que venir porque Leo se lo pidió, al parecer no quiso verte con tan poca ropa al tener que cambiarte los vendajes –dijo pícaramente.

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