Capitulo 7

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Narra Mai

Casi no dormí nada anoche, estaba preocupada de que algo saliera mal, no quisiera que por un error tonto me apartaran de Ikaedhth. Todavía era temprano, mire el reloj de mi móvil y vi que marcaba las 6:40 am, todavía faltaban una hora y 20 minutos para que empezara mi turno. Al no poder volver a dormir, me levanté y tomé una ducha fría para evitar los malos pensamientos y estar completamente activa y funcional para lo que me esperaba hoy. Al salir de la ducha el reloj marcaba 7:20 am, todavía era muy temprano, me vestí con calma, guarde todo lo que solía llevar en mis bolsillos, cogí los materiales para hoy que prepare antes de ducharme y salí de mi habitación rumbo al comedor.

Cuando entré en el comedor la sensación de estar vigilada era mucho más intensa que lo que sentía cuando Ikaedhth me vigilaba los primeros días. Ignore esa sensación y me dirigí al mostrador para pedir mi desayuno y el de Ikaedhth. Hoy desayunaria con el antes de que el jefe llegara. Mientras esperaba mi comanda, vi bajar a Verio y a un hombre imponente y trajeado del ascensor, al verme caminaron hacia mi tranquilamente.

-Buenos días doctora Calizto- Dijo Verio poniéndose a mi lado- Le presento a Lucius Goldfire, nuestro socio económico y supervisor.- Continuo con cierto repiqueteo en la palabra "socio".

-Bu-buenos días señor, buenos días doctor Verio.- Dije tímidamente a los hombres frente a mi, la imponente presencia de Lucius me hacia temblar.

-Buenos días doctora Calizto. Es un placer conocerla al fin.- Dijo formalmente con una cortés sonrisa que le daba un aire siniestro, mientras estrechaba mi mano.

-Igualmente, señor Goldfire.-Respondi educadamente.

-Doctora Calizto! Su comanda!- Dijo el cocinero desde el mostrador dejando una bolsa sobre este. Me excusé con mis acompañantes y me dirigí a recoger la bolsa. Al volver con el doctor y el jefe, este último se quedó mirando la bolsa y me vi obligada a dar explicaciones.

-Oh, esto es el desayuno del predator y el mio, acostumbro a comer con el para darle a entender que confío en él.- Expliqué, con ello su mirada dudosa se disipó.- Bueno, debo ponerme en marcha, estoy segura de que el predator tiene hambre.- Dije con ánimo de intentar escapar de su campo visual.

-Oh, bien, será mejor que empecemos el turno doctora.- Dijo Lucius.- El doctor Verio me dijo que la aviso en cuanto a nuestra... reunión, no es así?- Acabo mirándome perversamente a los ojos.

-Oh, si si! Es solo que, no esperaba que empezara antes de desayunar.- Trate de buscar una excusa para ocultar mi sorpresa.- Pero, si ese es el caso, será mejor que nos vayamos ya.- Afirmé, ellos asintieron ante mis palabras y comenzamos a caminar hacia la estancia de Ikaedhth envueltos en un silencio fantasmal.

Ya frente a la puerta de Ikaedhth, procedí a abrirla con mi tarjeta identificatoria, una vez abierta, entramos y mientras se cerraba la puerta detrás nuestro la luz se encendía.

Pudimos ver a Ikaedhth sentado en la cama esperándonos, no tome importancia de la presencia de mis acompañantes y continué actuando como siempre.

-Buenos días Ikaedhth- Salude acercándome a él con una amplia sonrisa.- Traje el desayuno- Continué, enseñándole la bolsa. Cuando llegue a su lado, me senté  en la cama junto a él y le di el recipiente de su habitual desayuno (uno de carne cocinada y otro de carne cruda), también saque el mío (que consistía en un café con leche y un croisant).

Ikaedhth todavía no había tocado su desayuno, yo tampoco. Nos quedamos mirando a los dos hombres, todavía expectantes junto a la puerta, hasta que decidieron acercarse. Verio se movía con cautela, como siempre, pero Lucius se acercaba despreocupado, como si fuera el dueño del lugar. Eso no le gusto a Ikaedhth, en cuanto Lucius se acerco de más Ikaedhth gruño amenazante, haciendo que Lucius se detuviera en seco. No expresaba temor ni nada parecido, más bien expresaba conformidad ante el gruñido recibido. Pude sentir la tensión emanar del cuerpo de Ikaedhth, estaba más que claro que no quería que Lucius estuviera ahí y, sinceramente, yo tampoco. Había tanta tensión en el ambiente que se podía cortar con un cuchillo.

Estudiando a un YautjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora