Estudiando a un Yautja

Capitulo 1

Son las 5:30 de la mañana, muchos preguntarian porque levantarme tan temprano, bueno, en primer lugar quería ducharme con tranquilidad antes de que vinieran a recogerme, segundo, todavía tengo que desayunar y acabar de alistarme para mi "viaje".

Mientras hago todo eso, os contaré algo sobre mí. Como bien dije, adoro investigar sobre cosas ajenas a nuestro mundo, esa pasión viene desde que tenía 10 años. Por ese entonces, yo vivía en un orfanato, mis padres murieron en un accidente "por causas desconocidas", a decir verdad no recuerdo nada sobre ellos, lo único que tengo es el medallón con el que me dejaron en el orfanato. A esa edad los niños pueden ser muy crueles, siempre estaba sometida a burlas por mi aspecto, vale que no era una modelo pero creo que tampoco era tan fea como para burlarse. Era de baja estatura, media 1'45, utilizaba gafas y aparato dental, mi pelo era muy largo y rizado, casi siempre estaba enmarañado debido a que no podía mantener mis rizos bajo control, y era algo rechoncha. En cuanto a personalidad, todos me consideraban una nerd porque me gustaba la investigación y era más lista que los demás, también era muy tímida y callada, prácticamente era como si fuera muda.

Pero con el tiempo, todo cambió, mi pasión por la investigación empezó a crecer aún más cuando se descubrió la existencia de los que ahora conocemos como "predators". Empecé a adquirir fluidez en la educación y acabe volviéndome una genio para los demás, adelante muchos cursos hasta que acabe en la universidad a los 16 años. Al llegar a la universidad, comencé a sentirme bien conmigo misma, me hice un cambio de look completo.

Actualmente, llevo el pelo corto por los hombros y rizado con las puntas teñidas de azul eléctrico, crecí lo suficiente hasta alcanzar una altura baja, pero más decente, de 1'67cm , adelgace un poco pero seguía siendo algo rechonchita. Aún utilizo de vez en cuando las gafas y ya no uso el aparato dental desde hace años. En cuanto a personalidad, me volví un poco más activa, optimista y confiada. Pero aún seguía siendo bastante tímida.

Bueno, esa soy yo aquí y ahora, esperando en la entrada de mi bloque de apartamentos a que venga el coche a por mi. No tardo mucho, en tan solo 5 minuto apareció, me llevo a un aeródromo donde tomamos un helicóptero hacia la supuesta base militar que tenía cautivo al predator.

Una vez allí, un hombre mayor me estaba esperando.

-Hola señora, soy el coronel Simmons, yo soy quien está a cargo de la seguridad en este recinto. Sigame, le llevaré hasta los ministros de interior para que le expliquen correctamente su cometido en estas instalaciones.- Dijo el señor señalando hacia una estructura unos kilómetros mas alejados de nuestra posición. Estábamos en las pistas de aterrizaje de un angar aéreo.- Venga, sigame.- Ordenó.

Nos pusimos a caminar hacia la pequeña estructura unos metros más atrás del helicóptero, al entrar al angar todo pareció pararse en el tiempo, todos los presentes acallaron las conversaciones y se giraron a verme mientras caminába detrás del coronel. A duras penas se oía el murmullo de algún que otro motor encendido o de un ave perdida que pasaba por allí cerca. Con ese silencio sepulcral un frío escalofrío recorrió mi espalda.

Una vez cruzado el angar salimos por una gran puerta de metal idéntica por la que había pasado al entrar, ahí delante de mis ojos había un todoterreno negro brillante aparcado. Subimos al coche y el coronel puso rumbo a la base principal.

El recorrido tomó 15 minutos, una vez pasado el peaje de seguridad entramos al estacionamiento delantero de la base, el coronel aparco en uno de los puestos libres que había (que pena que fue el más alejado de la puerta de entrada). Caminamos unos pocos metros hasta estar frente una puerta de metal, muy gruesa a decir verdad, el coronel escaneo una tarjeta que llevaba en un compartimento del cinturón y entramos. Una vez dentro, a la derecha había un mostrador con un guardia detrás de él.