Estudiando a un Yautja

Capitulo 23

Pasaron un par de horas más hasta que llegó el último inscrito que ocupó la última plaza. Para mi desgracia Lucius consiguió llegar el 4, consiguiendo una plaza para la siguiente prueba, aun no había anochecido pero faltaba realmente poco. Con la llegada del último inscrito, los yautjas que aún no se habían reunido con sus humanos marcharon hacia la jungla, supongo que en su busca, desconozco cuál será su suerte al haber fallado esta prueba pero preferiría no saberlo.

Cuando solo quedamos los 10 inscritos aptos para la segunda prueba, el Gran Elder subió a una plataforma y dio comienzo su discurso.

- Hábiles oomans que pasar primera prueba, yo dar enhorabuena, ahora dar comienzo prueba segunda. Vosotros tener que sobrevivir a la noche y el día de mañana para pasar, desde el momento que este timbre haga sonido empezara cuenta atrás de 24 horas. Mañana, cuando el tiempo acabar, sonará timbre de nuevo, poniendo fin a prueba segunda. Sólo los más poderosos pasarán prueba segunda... luchad con honor, oomans.- Finalizo el Gran Elder su discurso. En cuanto pasaron unos minutos en completo silencio, los mismos pequeños aparatos voladores emitieron una pantalla holografica con un temporizador de considerable tamaño. Mire a Verio, que ya parecía estar mucho mejor, y le saludé dándole ánimos, el asintió en respuesta. Me gire a Ikaedhth, que estaba a mi lado.

-Estoy preocupada, Ikaedhth- Confesé.- Estando ese mal hombre aquí no solo nosotros corremos peligro, sino todos los demás participantes. Estoy segura de que hará todo lo que esté en su mano para ganar, incluso estoy por jurar que mataría para ganar.- Articulé

-Si, yo también creo lo mismo.- Admitio- Por eso te dire que vayas con cuidado.- Me advirtió con ternura, mirándome fijamente a los ojos. Yo asentí en respuesta. Me despedí de Ikaedhth y fui hacia los árboles para encontrarme con Verio.

- Mucha suerte, Verio, nos vemos mañana cuando acabe la prueba.- Le sonreí dándole ánimos. El asintió de nuevo y sonrió.

- Igualmente, Mai.- Hablo.

Respire hondo y trate de tranquilizar tanto mis pensamientos como mis latidos nerviosos. Si quería pasar esta prueba debía mantener la calma y mantener la mente fría. Cerré los ojos un momento para estar más consciente de mí alrededor y agudizar todos mis sentidos. Al abrirlos busque a Lucius con la vista para que en cuanto sonara la alarma, poder alejarme de él. Estaba tranquilamente a unos 15 metros de distancia de mí, sólo debía evitar ir hacia esa zona y listo.

Empecé a maquinar como empezar la noche de supervivencia, no me dio tiempo de pensar mucho ya que en cuanto tuve una pequeña idea la alarma sonó, dando lugar al comienzo de la segunda prueba, mientras todos se lanzaban hacia lo profundo de la selvática y oscura jungla, yo me tomé un momento para respirar hondo por ultima vez... Y salí corriendo.

Corría en linea recta, tal como había llegado a la meta, todo recto. Esta vez no me subí a los árboles, no todavía, lo primordial era fabricar algo con lo que defenderme y cazar. En pocos minutos ya había encontrado material suficiente para hacer una lanza, la cual iba fabricando mientras iba a trote de camino al río para beber agua antes de buscar un refugio, "así de paso también podré intentar pescar algo" pensé. En unos cuantos minutos ya había llegado al río, aún seguía un poco desorientada por la anterior perdida de sangre pero, después del descanso y la comida en la meta, ya me sentía mejor. Antes de revelarme en el claro del río, observé atentamente de que nadie me hubiera seguido y que nadie había llegado todavía, para evitar accidentes. Una vez comprobado que el territorio era seguro, me acerqué al río y bebí un poco de agua, estaba alerta por si alguien aparecía mientras buscaba algo que pescar. Tras unos 15 minutos de búsqueda me di por vencida y decidí cazar algún pequeño mamífero o alguna fruta con la que alimentarme hasta la mañana siguiente, pero debia darme prisa, el sol ya casi se habia puesto y el manto nocturno de la luna y las estrellas se abria paso, eso podia ser un peligro.