Estudiando a un Yautja

Capítulo 24

Me gire asustada de lo que vería, un millón de opciones pasaron por mi cabeza, pero en cuanto vi que salió de la jungla... O mejor dicho quién. Mi cara de susto se cambió a una expresión seria y de odio. De entre lo profundo de la jungla surgió Lucius, Lucius Goldfire.

- Que desgracia que haya salido vivo.- Escupió Ikaedhth con veneno en su voz. Lucius se acercó a un yautja encapuchado, ambos se encontraban bastante lejos así que no pudimos apreciar nada del misterioso yautja que había traído a semejante elemento aquí.

- Si, cada vez le tengo más asco.- Escupí yo también en el mismo tono. No paso mucho tiempo hasta que Blair salió de entre la maleza, le costaba moverse pero se mantenía bien. Un yautja se tenso al verlo aparecer, debía ser Hauhro, espero a que cruzara la linea de meta antes de apresurarse hacia el para atenderlo.

De momento éramos tres victoriosos. Estuvimos esperando por unos 10 minutos mientras le explicaba a Ikaedhth como me fue la prueba.

- Que raro, Verio aún no ha llegado.- Comenté preocupada, Ikaedhth me miró compasivo.- No está muerto.- Aseguré.- Encontré los cadáveres de los demás, habían 6, y ninguno era de Verio. Si algo le a ocurrido, no ha sido por qué haya muerto, estoy segura.

Estuvimos esperando 5 minutos más, aún no llegaba, el Gran Elder decidió no esperar más y subió a la plataforma para dar fin a la prueba. No le dio tiempo a decir más de dos palabras para cuando un ser salió de las profundidades de la maleza. Estaba lleno de fango y suciedad, incluso estaba envuelto en unas cuantas lianas, pero conforme avanzaba hacia la meta lo reconocí. Eché a correr cuando el ya casi había llegado a la meta y llegué cuando la cruzó.

-Verio! Estás vivo!- Grite a pleno pulmón con los ojos cristalinos de la emoción.- Has llegado de milagro Verio!- El solo alcanzo a responderme un gruñido dolorido y se desplomó en el suelo, respirando pesadamente. Preocupada empecé a zarandearle cuidadosamente de no hacerle más daño, en pocos segundos Ikaedhth y Padtih llegaron junto a nosotros.-Ayudadle! Está muy mal!- Pedí alterada mirando sobretodo a Ikaedhth. Ambos asintieron y Padtih cogió a Verio del suelo y lo llevo a la zona medica donde nos atendieron la vez anterior. El médico comento que tardaría un buen rato en recuperarse pero que viviría, la seguridad en sus palabras me calmó y me limité a observar como, al cabo de un rato, se llevaban a Verio en una especie de camilla al pueblo para poder tratar sus heridas más graves. Por el contrario, cuando los doctores se marcharon con Verio, el Gran Elder procedió a dar su discurso.

-Inscritos que superar prueba segunda, enhorabuena. Haber luchado con honor y haber vencido a criaturas de nuestro planeta, todos inscritos victoriosos pasar a tercera prueba.- Aseguró.- Tercera prueba tener lugar en dos días, vosotros ganar descanso antes de tercera prueba. Id en paz a descanso, esperar a vosotros en coliseo al segundo amanecer desde hoy. Ser nobles, luchad con honor.- Aclaró el Gran Elder, dando fin a su discurso. Tal como dijo, la tercera prueba se realizará pasado mañana.

Volvíamos de camino al pueblo, Padtih se fue junto a Verio momentos antes, así que solo éramos Ikaedhth y yo. La ultima prueba me asustaba bastante, si era en el coliseo entonces iba a ser un espectáculo para los yautjas, pero seguramente no para los inscritos.

-Bueno, al menos nos hemos ganado un pequeño descanso antes de la tercera prueba- Comenté con gracia a Ikaedhth, que caminaba a mi lado desde que empezamos el camino de vuelta hace unas horas.

-Si, me parece bien que el Gran Elder os haya dejado un descanso, aunque es raro que lo permitiera. No obstante, teniendo en cuenta las condiciones en las que aparecen los inscritos y el incidente del bosque con ese asqueroso canalla, no me extraña que os lo diera.- Explicó Ikaedhth.- Aunque la pena es que tendremos que seguir descansando en el Palacio, me gustaría volver a mi casa.- Suspiró cansado, yo le sonreí divertida en regreso.