Capitulo 20

800 82 8
                                    

Narración de Mai.

Me desperté muy temprano, los nervios no me dejaban conciliar el sueño. Sentí un peso alrededor de mi cintura y me gire lentamente para comprobar que era, me llevé una gran sorpresa al ver a Ikaedhth tumbado junto a mi durmiendo plácidamente. Los recuerdos de anoche inundaron mi mente y no pude evitar esbozar una sonrisa. Decidí levantarme con cuidado procurando no despertarlo, fui al baño a vestirme con algo que improvise del armario, cuando salí me fije en la ventana y vi que aún no había amanecido, pero faltaba poco.

Salí de la habitación para dar un paseo por el jardín antes de que los demás se despertaran, al fin y al cabo tenía que encontrar un lugar en el que entrenar. Camine por los pasillos que recordaba, pero poco a poco me fueron pareciendo todos iguales, en poco tiempo ya no supe donde estaba. Creo que me perdí. Seguí caminando hasta que un par de puertas muy grandes con decoraciones doradas en el marco de la puerta me llamo la atención. No sabía por qué pero abrí las puertas de esa sala que misteriosamente todo mi ser me pedía que abriera. Cuando lo hice vislumbre en su interior lo que era una gran biblioteca, con muchas librerías, e incluso un segundo piso. Los libros eran bastante grandes en comparación con los que había en La Tierra, pero tenían varios colores diferentes, me adentre hasta el centro de la sala, donde habían unas dos o tres mesas llenas también de libros, mire hacia arriba y observe una hermosa lámpara de araña hecha de cristal. Este lugar me daba tanta curiosidad, me pregunto que conocimientos hayaria aquí. Me fije en un libro abierto sobre una mesa cercana y me acerqué a ojearlo, no podía entender lo que ponía pero fui pasando las páginas para ver las imágenes que había, la mayoría eran de los yautjas interactuando con otras especies, incluso con humanos que parecían ser de tribus mayas o semejantes.

-Que hacer tu aquí??- Pregunto una voz a mi espalda. Estaba tan fascinada por el libro que me llevé un gran susto al oír esas palabras. Me gire rápidamente para encontrarme con el Gran Elder de pie frente a mi, a pocos pasos de mi posición.

-Yo... me perdí buscando la puerta al jardín y acabe aquí.- Respondí tímidamente preocupada por haber podido ofender al gran y respetado yautja frente a mi. Lo único que hizo fue entrecerrar sus ojos.- Lamento si hice algo que no debía, volveré a mi habitación.- Comente tristemente.

-Tu curiosa, verdad??- Preguntó lentamente, a lo cual yo asentí.- Tu no hacer cosa mala, tu solo qurer saber, poder ver libros que quieras pero no creo que tu entendieras.- Explicó con una suave risa profunda. Me pareció bastante gracioso el modo en que se reía y no pude evitar acompañarle en la risa.

-No, lo cierto es que no entiendo nada.- Comente, siguiéndole el juego, con otra suave risotada.- Pero aún así, los libros se ven hermosos, y está biblioteca es magnífica. Seguro tenéis muchos libros diferentes.- Elogié

-Si, tenemos muchos diferentes, casi toda sabiduría yautja estar aquí.- Explicó.- Tu querer ir al jardín, verdad??- Preguntó y yo asentí.- Yo llevarte, seguirme.- Ordenó. Solo asentí y lo seguí por los pasillos del palacio sin articular palabra, solo llevaba pintada en la cara una sonrisa pues su compañía era agradable.- Ser muy temprano, por qué tu buscar jardín??- Preguntó de repente.

- Ikaedhth nos explicó que el no podía prepararnos para las pruebas, pero nos aconsejo intentar entrenarnos por nuestra cuenta.- Empecé a explicar pensativa.- Creí que el mejor lugar para practicar sería el jardín.- Finalice encogiendome de hombros.

-Ya veo, tu querer entrenar antes de las pruebas.- Repitió pensativo.- Haber un buen lugar para entrenar en zona alejada del jardín. Yo llevarte allí para ver como entrenar.- Aceptó.

Estudiando a un YautjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora