Capitulo 9

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LA SUCUBO
CAPITULO 9
POR RUI

Al salir del café se dirigió a su casa, al llegar fue recibida por su madre quien trato de llevar las cosas como siempre, intentaba que todo fuera normal, incluso preparo la cena preferida de ella. Todos cenaron a gusto, riendo y platicando de las travesuras de Yamil, de la escuela, del trabajo, todo parecía que nada había sucedido; luego de pasar un rato ameno y pasada la noche ya todos estaban dormidos tranquilamente.

Yury nuevamente soñaba pero está vez fue diferente.

Ella se encontraba en un hermoso y muy elegante salón con grandes ventanales y cortinas de las más finas telas, el techo era decorado por un gran candelabro con luces amarillas y cristales para reflejar aún más la luz; al centro del salón se veía una mesa lista para una cena romántica para dos, un mantel color hueso cubría la mesa, la vajilla estaba reluciente, las servilletas perfectamente dobladas y acomodadas al centro del plato base, los cubiertos de plata pulidos, las copas brillantes, el centro de mesa era adornado por una hermosa rosa roja y velas aromáticas, junto a ellos una botella de vino.

La joven impresionada por lo que su ojos veían camino hacia la mesa pero tropezó, llevaba un hermoso y largo vestido negro escotado de la espalda, unas zapatillas negras, un hermoso y elegante collar de oro, que hacía juego con unos pendientes y un brazalete que llevaba su nombre con diamantes.

No se había percaptado que estaba vestida de esa forma, por lo que su zapatilla se enredó con el vestido haciéndola tropezar; pensó que la caída era inevitable cerro los ojos por inercia, esperando el suelo, pero fue sostenida por un apuesto jovén.

- Gracias por ayudarme. Agradeció la joven algo sonrojada, pues aquel hombre tenía un gran porte, y daba la sensación de ser todo un caballero.
Llevaba un traje negro con una camisa vino y una corbata negra, no podia ver su rostro ya que estaba cubierto por un antifaz negro con vivos en color oro, pero se podían alcanzar a distinguir unos ojos verdes debajo de el.

El misterioso hombre sujeto a Yury por la cadera y la tomo del brazo para detener su caída y lentamente la acercaba a él, hasta incorporarla por completo.

- Podrías soltarme por favor.

- Lo lamento, es solo que quería apreciar tus hermosos ojos. - El joven la soltó, hizo una reverencia ante ella para después tomar su mano y besarla. - Te ves hermosa Yury.

- Como sabes mi nombre?

- Como no saberlo, si te he esperado toda tu vida.

- De que hablas... A caso tú...

Un grupo de personas que entraba al salón interrumpieron a Yury, eran músicos, quienes comenzaron a amenizar el lugar con bellas canciones.

- Ven es hora de cenar. Le ofreció su brazo para llevarla a la mesa, ella accedió; de alguna extraña manera aquel hombre le daba confianza y seguridad.

La ayudo a sentarse, acomodó su silla y le sirvió vino en su copa.

Yury probó un poco y se dio cuenta que llevaba pintado los labios al ver el rastro que dejo en el cristal; la levantó y pudo ver su reflejo, noto los pequeños pendientes de oro, su peinado recogido, y su hermoso maquillaje que la hacia ver cómo toda una doncella.

Una puerta se abrió y de ella emergieron tres meseros con sus trajes y antifaces blancos, a ninguno se le podía ver el rostro. Cada uno comenzó a servir los platillos que a simple vista se veían exquisitos.

- Que es todo ésto?

- Es solo una cena, disfruta.

- Pero por qué?.

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