UNTOUCHABLE | KTH&JJK

34

La decepción fue visible en su rostro cuando se levantó y no vio a cierto alfa a su lado. El olor a cedro y menta aún estaba un poco impregnado en las sábanas, pero eso no era suficiente, Jungkook lo quería a su lado. Brindándole su compañía, calor y protección.

-Buenos días alteza ¿cómo se siente?- Nayeon preguntó mirándolo atentamente, como si estuviera pendiente por si Jungkook se quejaba o necesitaba algo.

-Como si me hubiese pasado un camión por encima.

-Le puedo dar algunos calmantes.

-No, está bien- dijo moviendo su cabeza en negación-. Necesito un baño y estaré como nuevo.

-¿Seguro?

-Sí, no te preocupes.

-De acuerdo, iré a prepararle el desayuno. Si necesita algo solo llámeme.

Jungkook asintió y una vez la beta salió de la habitación se levantó de la cama sintiendo el cuerpo pegajoso y adolorido. ¿Taehyung realmente lo había abrazado en ese estado? ¿Y no le dio asco? Porque a él jodidamente le repugnaba haber sido tocado con treinta ocho de fiebre y mocos saliendo de su nariz como si fuera una cascada.

El agua fría no fue una opción para su baño, por lo que optó por la caliente dándose un baño de media hora donde casi se arranca la piel. Una vez salió con la toalla envuelta en su cintura y el cabello mojado divisó el desayuno que Nayeon le había dejado en la mesita de noche. Además, también cambió sus sabanas blancas por unas grises. Hizo un puchero, a pesar de que las sábanas estaban sucias, no quería que el olor de Taehyung desapareciera.

Dejó aquellos pensamientos de lado para concentrarse en las cosas importantes. Uno: debían encontrar a Deiji. Dos: seguir investigando a Taehyung. Tres: descubrir que se traía el líder Kim tras la manga; esta última siendo la más difícil ya que se trataba de uno de los líderes más influyentes, no podían simplemente acusarlo sin tener pruebas que lo incriminaran directamente con algo de lo que estaba pasando.

Sumándole a todo eso, el solsticio de invierno estaba a unas cuantas semanas y él tenía que estar presente en los preparativos. Y como si no fuese suficiente, tendría que aguantarse a su prima, Lee Saerum.

-¿Cómo te sientes hijo? Tu madre me dijo que estabas bastante enfermo la noche anterior- su padre preguntó apenas lo vio bajar por las escaleras.

-¿Mejor? Creo- respondió, sorbiendo la nariz-. Solo es un resfriado por la llegada del invierno, nada fuera de lo normal.

-Eso espero- el líder Jeon hizo una seña invitándolo a sentarse-. Saerum se comunicó conmigo esta mañana, dijo que Jimin, Yoongi y tú están encargados de la decoración del solsticio de invierno.

-No lo puedo creer.

-¿Qué cosa?

-¡Esa hija de...!- respiró profundo no terminando la frase-. Lo hace porque me odia. La decoración es lo que más trabajo lleva.

-Ve el lado positivo, estarás con tus amigos.

-¿Realmente crees que Jimin y Yoongi hyung moverán un dedo?

No es que sus hyungs fueran flojos...bueno, realmente si lo eran ¡y le tocaría a él solo hacer todo! Los conocía, Jimin solo se pondría a hablar para dejar de lado sus responsabilidades y Yoongi a cada momento sacaría la excusa de que su padre lo necesitaba cuando no era cierto.

Joder, tenía que reunir mucha paciencia para ese momento.

-Olvídalo, me encargaré- resignado se levantó de la silla-. ¿Me necesitas para algo más? Tengo que salir.