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En miltimedia la vestimenta del príncipe Jeon para el solsticio de invierno

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El príncipe Jeon estaba ausente, parecía un maniquí y todos lo habían notado.

No habían quejas con respecto al maquillaje, tampoco hubieron reclamos cuando Nayeon, quien sabía que Jungkook detestaba el perfume de copulinas, echó solo un poco en su cuello.

El líder y la luna Jeon se encontraban ya en la celebración del solsticio y solo faltaba una hora para que él también estuviera allí.

-Príncipe Jeon, el transporte que viene por usted llegará en veinte minutos- Nayeon informó, aquellas palabras pareciendo traer de vuelta al príncipe.

-G-Gracias- sin decir algo más e importandole muy pocos las personas que estaban en su habitación, salió de allí con dirección al bosque. Sus pasos eran rápidos y su cuerpo temblaba ligeramente, no precisamente por el frío.

Una vez vio la cabaña y la puerta abriéndose, Jungkook se tiró a los brazos del alfa que quería. Taehyung lo apretó contra su cuerpo, gruñendo bajito cuando olio las copulinas en él y no su usual olor a frutos rojos.

El alfa lo separó un poco en contra de su voluntad, agarrandole la cara con sus manos. Se veía hermoso, de eso no cabía dudas, pero su corazón dolió cuando vio sus ojos cristalizados y un pequeño puchero adornando sus labios rosados.

-No, mi amor, no llores- le dijo bajito, sonriendole con cariño-. Vas a arruinar tu maquillaje y te ves demasiado hermoso como para que eso suceda.

-N-no quiero ir.

-Tienes que ir- susurró acariciando sus mejillas-. Si no lo haces tú madre te obligará a ello.

-Tae...no quiero casarme con otro alfa. Yo te quiero a ti.

Entonces, sin poder evitarlo, se inclinó juntando sus labios con el príncipe; aquel bálsamo rosado sabiéndole a fresa. Sintió a Jungkook suspirar entre el beso a la vez que se pegaba más a su cuerpo. Joder, así quería tenerlo para siempre; entre sus brazos, besándolo y tocandolo como más le gustaba.

Jungkook lo besaba con desespero, como si quisiera fundirse en sus labios y quedarse allí de por vida.

-Marcame...- murmuró contra los labios del alfa-. Por favor.

-Mi príncipe, no...

-Por favor.

Taehyung era consciente de que estaba mal, bajo ninguna circunstancia se podía morder o marcar a un omega que le pertenecía o le iba a pertenecer a otro alfa, pero eso no le importó. Quitó los dos primeros botones de la camisa del príncipe Jeon y la bajó hasta que su hombro izquierdo estuvo descubierto. Con una lentitud casi tortuosa, Taehyung se acercó, besando su hombro y lamiendo el sitio donde clavaria los dientes.

A pesar de que el hombro no era el lugar donde se dejaba la marca original, se sintió en el puto cielo cuando sus dientes atravesaron poquito la piel del omega. Jungkook jadeo sosteniéndose de sus hombros y cerró los ojos dejándose llevar por aquella sensación tan embriagadora.

Por un momento el bosque había desaparecido y solo eran ellos dos en la cama, probandose mutuamente, descubriendo las zonas erógenas en sus cuerpos para llevarse a la cúspide del placer.

Jungkook abrió los ojos cuando dejó de sentir aquella sensación y ya Taehyung se encontraba abrochando de nuevo los botones de su camisa.

-Príncipe Jeon, ya es hora de que se vaya.

UNTOUCHABLE | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora