UNTOUCHABLE | KTH&JJK

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{ Seis meses después }

-No seas hijo de puta, espérame.

-Vamos mi príncipe, la doctora Hyejin dijo que le haría bien caminar.

-Maldito alfa, tengo seis meses de embarazo ¿y piensas que estoy en la mejor posición para dármelas de atleta?

-Pero ella di...

-No me importa lo que Hyejin haya dicho- refunfuño con el ceño fruncido-. Ven, ayúdame.

Taehyung sonrió y acortó los pocos pasos que lo separaban del príncipe Jeon. Sin previo aviso, pasó sus brazos por debajo de sus rodillas y colocó una en su espalda baja, cargandolo al estilo nupcial.

-¡Hey! ¡¿Qué haces?!

-Me dijo que lo ayudara.

-Sí, a caminar, no que me cargaras.

-¿Quiere que lo baje?

Jungkook hizo un puchero, aferrándose más al cuello del alfa.

-No.

-Eso pensé.

Bien, lo aceptaba, los últimos meses había estado más insoportable de lo normal. Además, la indecisión predominaba en su personalidad esos últimos días. Si no tenía calor, tenía frío. Si quería chocolate y se lo daban, ya no lo quería. Ni siquiera Nayeon lo estaba soportando en esos momentos, y no la culpaba, ni él mismo lo hacía.

Pero en su defensa, Kim Taehyung lo estaba obligando a subir una montaña con una panza de seis meses.

-¿Y ahora por qué vinimos? No me quisiste decir en todo el camino.

El alfa sonrió a medias, inclinándose poquito para dejar un beso en la frente del príncipe Jeon.

-Les diremos el nombre que hemos escogido para nuestra cachorra.

Jungkook sintió sus mejillas calentarse en demasía, pues desde que los restos de escombros donde había muerto la familia Kim fueron recogidos y en su lugar colocaron lápidas, Taehyung iba a contarles cada detalle de lo que pasaba en su día a día como si todavía estuviesen en vida.

Al pasar de los minutos, las pequeñas casas empezaron a hacerse visibles indicando que ya habían llegado. Jungkook palmeo el hombro de Taehyung varias veces para que lo bajara y una vez lo hizo, estiró la espalda, soltando un jadeo en forma de queja.

-Mierda, ya quiero que acabe este sufrimiento- murmuró, soltando un leve gruñido por el dolor en su espalda baja. Observó al alfa de reojo, percatandose de la mini sonrisa que adornaba sus labios-. ¿Qué? ¿De qué te ríes?

-Nada- negó con la cabeza sin cambiar su expresión-. Es solo que...se ve muy bonito así.

-Claro, que bonito tener una panza del tamaño de un globo terráqueo.

Taehyung rodó los ojos y lo agarró por el brazo acercándolo a su cuerpo, dejando un beso en sus labios poco después.

-Mi omega.

El príncipe Jeon sintió sus mejillas calentarse, bajando la mirada para que no se notara. ¿Acaso nunca iba a dejar de sentirse así? Siempre que el alfa Kim decía o hacía algo que agitara su corazón, involuntariamente sentía sus mofletes quemar como si estuvieran en verano.