Prólogo

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"¿Qué?"

Retiro de mi oído el celular, dejo caer mi brazo muy apenas sosteniendo el aparato que en pantalla muestra "Llamada finalizada".

Escucho voces alrededor, más no entiendo lo que dicen, ni siquiera soy capaz de parpadear... estoy en shock.

Alguien toca mi hombro y reacciono, es mi prima que me mira con preocupación y me pregunta qué ha pasado, no soy capaz de hablar, sólo la miro fijamente y después a las otras personas que están con ella, amigos de mi tío.

Me siguen preguntando, bajo la mirada y veo el celular, no soy capaz de hablar, ni yo misma creo que esto me esté pasando, no se trata de una broma... eso me lo dejó muy claro.

De nuevo mi prima me sacude, tratando de hacerme reaccionar, veo de nuevo alrededor, mi tío llega con su amigo y también se pregunta qué me ha pasado.

Respiro profundamente, siento que me cuesta trabajo hacerlo, veo que todos se preocupan más.

"No va a venir". Es lo único que puedo decirles, pero es suficiente para que lo entiendan.

Escucho maldecir a mi tío y se retira furioso del lugar seguido de su amigo quien trata de controlarlo.

Yo alzo la falda del tan enredoso vestido blanco y camino directo al santuario donde muchas personas nos esperaban.

Veo sus caras de confusión al verme entrar hecha una furia y completamente sola. Mi prima y los invitados de mi tío me miran expectantes desde la entrada del templo, sin saber qué es lo que voy a hacer.

Me posiciono en medio del altar y sin más digo:

"Aquí ya no hay boda, el novio no vendrá, perdonen las molestias."

La gente está atónita y empieza a murmurar entre sí, no me importa ni un poco lo que dicen, corro de nuevo hacia la salida, lo único que quiero es irme de ahí pues acababan de dejarme plantada el día de mi boda.

Continuará...

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