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Confusos sentimientos.

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Capítulo 7.

Confusos sentimientos.

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Los días pasaron rápidamente y las vacaciones para Astrid terminaron y dejando de nuevo a sus familiares con la promesa de volverse a ver en la primavera, tomó su vuelo de vuelta a Berk. A diferencia de la primera vez, este vuelo le resultó más corto pues ya con la noción de lo que le esperaba no le generó esa ansiedad que la vez anterior, y para cuando lo consideró vio que ya se encontraba aterrizando en la isla de Menma.

Después de pasar por todos los filtros de seguridad y recoger las maletas las cuales acomodó en un carrito, Astrid se dirigió directamente a la entrada del aeropuerto en donde había quedado de verse con su amigo Hiccup, al cual no lograba localizar a simple vista por el gentío que iba y venía por todos lados.

— ¡Astrid!

Entonces aquella voz y Astrid de inmediato se volvió hacia donde la había escuchado y una sonrisa se le formó en el rostro al ver al animado Hiccup corriendo hacia ella, agitando su brazo de un lado a otro para hacerse notar.

Como un encuentro de película, pensó la fotógrafa y ganas no le faltaron para correr como él y recibirlo con un gran abrazo; sin embargo, se sacudió mentalmente volviendo a la realidad en donde aquello sería inapropiado y no sólo eso, sería penoso y ridículo hasta cierto punto.

—Pero... ¿y sí? —lo reconsideró mentalmente cuando Hiccup por fin la alcanzó. —Al grano... somos amigos, no tiene nada de malo.

—Hola, Astrid... hasta que te encuentro. —saludó él agitado.

—Sí, hola... Hiccup.

Entonces lo hizo, Astrid se abrazó suavemente a él, tal cual dos personas que son amigos y que tenían días sin verse. No había nada de malo, seguía pensando ella, aunque no pudo evitar estremecerse cuando sintió que su amigo la apretó en ese cálido abrazo de bienvenida. Ahora ¿cómo separarse de él y no verse tan tonta como pensó se veía?

—Hay mucha gente el día de hoy. —comentó, separándose de él, siendo aquello lo único que se le ocurrió.

—Sí, todos los que habían venido de vacaciones al parecer están regresando. —dijo Hiccup dando una pequeña risita. —La ventaja es que no habrá tanto tráfico como con el que me encontré de venida. ¿Nos vamos?

—Sí, claro... andando...

—Bien, déjame te ayudo con eso.

Hiccup se colocó a un lado de ella para juntos llevar el carrito de equipaje, pues era bastante para una sola persona.

—Te fuiste con una maleta y regresaste con todo esto ¿Qué tanto trajiste?

—Pues... traje más ropa, ya que al parecer me voy a quedar más tiempo.

Al decir aquello, Astrid notó que Hiccup se sobresaltó sorprendido.

—Por tu investigación... ¿No recuerdas? —aclaró ella.

—Ah sí, sí...

—También les traje algunos regalos a los chicos...y a ti, por supuesto.

Hiccup esbozó una sonrisita al escuchar aquello.

—Y traje mi equipo fotográfico que, de hecho, son la mayoría de las maletas.

— ¿Tanto? ¿pues qué es? —observó Hiccup al equipaje.

—Son 3 cámaras profesionales, una semi profesional, una compacta, unos flashes, unos reflectores, unos disparadores, un telefoto, unos tripies, y otras cosas más.