Complicaciones

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Volver a empezar

Capítulo 2.

Complicaciones.

— ¡Astrid, espera! —Gritó Storm, corriendo en la misma dirección en donde se había ido Astrid, siendo solamente vista por la atenta mirada curiosa de los invitados pero ignorada por la recién despechada rubia.

Toothless y Valka, aun incrédulos con todos esos nuevos acontecimientos, la siguieron de cerca, acompañándola hacia la oficina del sacerdote en donde Astrid tampoco estaba puesto que ella ya había escapado por el siguiente acceso que había y el cual daba a la calle y hacia varias alternativas a tomar.

— ¿Hacia dónde se habrá ido? —se lamentó Storm sin saber qué camino tomar.

—¡Ustedes vayan hacia la parte trasera, yo revisaré por la entrada principal! —organizó Toothless, tratando de ayudar.

—Disculpen...—se escuchó de repente cerca de ellos.

El grupo al volverse hacia quien había hablado vio que se trataba de un hombre cuyo uniforme y utensilios les dio a entender que se trataba del conserje de la iglesia.

—si buscan a la novia, la vi corriendo hacia ese lado. —avisó este, señalando hacia el pasillo que daba salida por la puerta trasera.

Con aquella nueva indicación, Storm inmediatamente corrió sin siquiera agradecer al hombre, cuyo agradecimiento fue dado por Valka y su hijo, quienes se apresuraron en alcanzarla, pero solamente para detenerse nuevamente al ver como a lo lejos Astrid tomaba un taxi y este arrancaba sin más hacia otro rumbo.

— ¡Astrid! —gritó Storm, corriendo en un último intento por alcanzarla; sin embargo, al no ser escuchada, comenzó a ver hacia todas las direcciones en busca de un vehículo, auto o lo que fuera que pudiera llevarla tras su prima.

Al verla tan desesperada, Valka la estrujó levemente para hacerla entrar en razón.

—¡Cálmate, Storm! No te desesperes, busquemos un taxi.

—No es necesario. —interrumpió Toothless, mientras sacaba algo de sus bolsillos. —Papá me dejó cuidando las llaves del coche que le prestaron. —mostró sonriente.

—¡Ah! ¿y hasta ahora lo dices?! —reclamó Storm con un tono que iba desde el reproche hasta el alivio puesto que sonrió con sólo ver las llaves. —¡Andando! ¿Qué estamos esperando? —Le arrebató las llaves y le pidió que la guiara hacia donde lo habían dejado aparcado.

Y como Storm era la única que conocía como andar por esa ciudad, no les quedó de otra más que dejarla manejar, a pesar de que esta se mostraba un poco desesperada.

— ¿Sabes a dónde habrá ido? —Preguntó Valka, yendo en el asiento trasero.

—Quiero pensar que se fue a la casa, no creo que tenga a donde más ir. —respondió ella, saliendo hacia una avenida que tenía un tráfico ligero.

—¡Mira! ¡Creo que ahí va! —señaló Toothless entre la pila de autos a un taxi que recién había cruzado el semáforo, y en el cual se alcanzó a ver que la persona a la que llevaba tenía un velo de novia puesto.

—¡Sí, es ella! Y creo que sí va para la casa. —distinguió igualmente la conductora, que estresada con la lentitud del tráfico comenzó a tocar el claxon con furia y frenesí, gruñendo y maldiciendo a aquellos lentos que no parecían avanzar en sus autos.

Pero el tráfico fluyó lento como era de esperarse y después de esperar por dos semáforos más, por fin Storm salió de aquel tumulto vehicular y aceleró lo más que podía y dentro de lo permitido, hasta que finalmente llegaron a la residencia Hofferson, en donde vieron que el conductor del taxi estaba esperando fuera de su auto, pero de Astrid no había señales.

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