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Un clavo no saca a otro clavo

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Capítulo 6.

Un clavo no saca a otro clavo...

Después de dejar a Astrid en el aeropuerto, Toothless y Hiccup emprendieron el camino a la hacienda. Iban lentamente debido a la nieve acumulada por toda la carretera y como tal el clima y el trayecto se prestó para que Hiccup meditara sobre lo ocurrido hacía algunas horas atrás, el beso de despedida que le había dado Astrid aun lo seguía percibiendo extraño pero en el buen sentido.

— ¿En qué tanto piensas, Hiccup?

El aludido parpadeó repetidamente saliendo de sus pensamientos y se volvió a enfocar al 100% en el camino.

—En nada en particular... sólo pensaba que es bueno que no le haya tocado a Astrid este clima, espero llegue bien.

Toothless sólo sonrió levemente y se relajó en el asiento, o eso intentó ya que deseaba saber algo más, mas no sabía cómo abordarlo.

— Mmm... Hermano... ¿Te puedo preguntar algo? —musitó como no queriendo.

—Ya lo hiciste ¿no? —bromeó el mayor.

—Que payaso. ¡Es en serio! voy a ser directo... ¿Te gusta Astrid?

—¡¿Qué?!

La respuesta de Hiccup fue dada con todo y un frenón en el auto que provocó que ambos varones se sacudieran hacia adelante con fuerza.

—¡¿Estás idiota?!

—Lo siento. —susurró Hiccup espantado. —Me descuidé, lo sé, pero la pregunta me sorprendió mucho.

—Si, me di cuenta. —se quejó Toothless sobándose el cuello.

—Ay, hermanito... lo siento... ¿Te lastimaste?

—No, no... no pasa nada...

—Bueno, si te duele algo me dices. —pidió Hiccup reanudando la marcha.

—Sí, sí... pero ahora responde... ¿Te gusta, Astrid? ¿Si o no?

—No, Toothless ¡NO!, no me gusta Astrid. Ella es sólo una chica a la que considero una muy buena amiga... eso es todo.

Toothless hizo un puchero, mostrándose decepcionado.

—Pero... ¿Por qué?, ¿No te parece bonita? O ¿no te es agradable?... actúas muy extraño cuando estás con ella.

Hiccup tragó saliva, pendiente aun del camino y meditando cada una de las preguntas de su hermano. ¿Le parecía Astrid bonita? Por supuesto, más que bonita, creía que ella era hermosa. ¿Agradable? Por supuesto, la pasaba muy bien cuando estaba con ella, era una buena compañera de trabajo y también cuando no estaban trabajando y ¿actuar extraño con ella? Bueno, admitía que a veces se sentía medio idiota cuando estaba cerca de ella, pero eso no significaba que le gustara ¿o sí?

— ¿Por qué no respondes?

—Toothless... —musitó, tratando de encontrar las palabras adecuadas. —Astrid no me gusta, por el simple hecho de que... somos amigos y ya...—respondió con simpleza. —Es muy hermosa sí, pero la verdad no creo que ella quiera algo con alguien en este momento y la verdad es que yo tampoco.

—Pero pasando el tiempo, ¿no crees que pueda haber algo entre ustedes? —insistió el menor.

—Hermanito, te voy a ser sincero... a pesar de conocerla desde hace poco la considero ya una buena amiga, no quiero arruinar eso, ella... ella ha pasado por mucho, a pesar de que es una persona fuerte... siento que uno la debe de tratar como una muñeca de porcelana, no quiero ser yo quien arruine su vida o algo así, la prefiero así a que me odie por algo.