La enemistad entre Harry y Amara no era fácil, no cuando todo había comenzado por un pequeño mal entendido y menos cuando el mejor amigo de ambos era Mitch Rowland.
Y si a Harry no le agradaba mucho Amara, ¿Entonces por qué escribió tantas cancione...
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Amara Willson
Mi relación de casi tres años con Luke nunca fue perfecta. Siempre tuvimos pequeñas diferencias que se transformaban en grande discusiones, incluso me atrevía a decir que era bastante tóxico todo el asunto.
Y al fin de cuentas no sabía si era amor o dependencia emocional lo que sentía por él, pero era incapaz de salir de esa relación porque la verdad de las cosas era que a pesar de todo, me costaba ver la vida sin Luke Olsson.
Fue él el que me apoyó cuando mis padres de la noche a la mañana cortaron comunicación conmigo, porque yo simplemente era diferente a ellos. Fue Luke el que estuvo ahí, demostrando su apoyo a su manera pero estando presente cuando pensé que todo a mi alrededor se estaba desmoronando.
Ni siquiera Mitch estaba al tanto de la magnitud de la situación, no sabía de aquel préstamo monetario que mi padre me había hecho once meses atrás, porque yo estaba bastante hundida en mi miseria, el cual ahora me estaba cobrando con persistencia, enojo y una pizca de amenaza en su tono de voz.
Nadie sabía. Excepto Luke.
Mitch tampoco sabía de lo mal que me sentí cuando las últimas palabras que escuché de mi mamá, fueron su expresión a lo decepcionada que estaba de mi, al desagrado que sentía por la mujer en la que me había convertido y en lo arrepentida que estaba de no haberme criado de una forma diferente, porque ante sus ojos yo no era más que un fracaso.
Fue Luke el que estuvo ahí consolando mi llanto una semana completa.
Y a pesar de que tenía serios problemas de ira cuando bebía alcohol, al final del día era el único que estaba ahí para mi.
Sólo que ahora con la noticia de mi nuevo trabajo creció su odio y desaprobación hacia el ambiente social que yo había elegido para mi entorno.
—No me gusta que estés rodeada de gente famosa y superficial que lo único que busca es llamar la atención— decía cada vez que le hablaba sobre Mitch y la banda.
Los últimos días se habían resumido a discusiones sobre mi "equivocada" decisión de comenzar a trabajar para Harry Styles y meterme más en el mundo de la fama que él tanto desaprobaba. Él me seguía recalcando que perfectamente podía buscar un trabajo en otro lado si tan urgida estaba con el préstamo de mi padre.
