21| No todo sana con el tiempo

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Harry Styles

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Harry Styles

Mayo había llegado.

Estuve semanas completas fuera de la ciudad por temas laborales que no implicaban precisamente la música, así que estaba más que atrasado con todo.

Mi comunicación con mis amigos era prácticamente nula, pero sabía que ellos también tenían sus pequeños proyectos personales que necesitaban ser atendidos y que además, no podían avanzar en el álbum si yo estaba ausente.

Era incapaz de que se me ocurra una maldita idea de canción. Era frustrante, porque al parecer la pequeña racha de inspiración que había tenido, ya no estaba.

Con Amara no había hablado absolutamente nada, pero Mitch se había encargado de comentarme en una llamada que estaba bien, aunque no sonaba muy convencido.

—¿Cuando terminan oficialmente tus grabaciones?— pregunta Olivia, sentada al otro extremo de la habitación, ella estaba sentada sobre un pequeño sofá con una revista en sus manos.

—No lo sabemos todavía, pero seguramente antes de septiembre— le contesto mientras observo con atención la libreta en donde anotaba mis canciones.

Comentamos un par de cosas banales de dirección de cine mientras terminábamos de comer nuestro desayuno, hasta que ella decide volver a su habitación. Agradecía que de alguna u otra forma ella respetaba mi privacidad, me daba el espacio personal que yo tanto necesitaba.

Y supongo que funcionaba bien para ambos.

Cuando me encuentro solo nuevamente en la gran habitación del hotel, me dirijo hasta la terraza para absorber los exquisitos rayos de sol de Italia.

Con mi mente en las nubes y un malestar por estar tan alejado, decido llamar a Mitch, quien me contesta al tercer pitido.

—Hey, ¿Qué tal tus vacaciones?— pregunta mi buen amigo desde el otro lado de la línea.

—No son vacaciones, pero todo aquí marcha bien, ¿Qué tal por allá? ¿Cómo están Sarah y Scout?

—Ellos excelentes, estoy con mi hijo ahora mismo, Sarah salió— dice y puedo escuchar en como cierra despacio la puerta de una habitación— Lo acabo de hacer dormir así que me iré a otro lado.

Espero a que se acomode y cuando menos me lo espero, él me estaba llamando vía FaceTime.

Segundos después la cara de Mitch aparece en mi pantalla, tenía unas pequeñas ojeras bajo sus ojos pero se veía normal.

—¿Qué hay de nuevo?— quiero saber— Hace una semana hablé contigo, algo debe haber pasado para que me pongas al día de todo.

Es entonces que veo una mueca en su cara, y yo lo conocía demasiado bien como para saber que él estaba debatiendo internamente si contarme algo o no.

Ambivalencia |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora