Advertencia: este capítulo toca temas sensibles, como violencia física y maltrato psicológico.Amara Willson
Un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal, mi respiración falló y mis piernas comenzaron a flaquear.
Por alguna razón me sentía más nerviosa y agotada, quizás era porque sabía que esta vez la discusión sería diferente.
Luke me miraba como buscando una respuesta de mi parte y yo no hacía más que tratar de buscar las palabras correctas par decirle que hablemos otro día, que esa no era la ocasión. No sabía como calmar a la bestia que explotaría en cualquier segundo.
—Eres una mierda, ¿Lo sabes?— es lo primero que sale de su boca.
—Estás borracho y necesitas darte una ducha urgente, tomarás una taza de agua o café y hablaremos luego, no quiero aguantar tu presencia ahora mismo— digo con serenidad, ignorando su comentario anterior.
—Eres una perra egoísta— arrastra las palabras producto del alcohol— Y una mal agradecida por todo lo que hice por ti.
Mi garganta se seca cuando me percato que él comienza a dar pasos hacia mi. Me quedo estática en mi lugar y retrocedo cuando lo siguiente que pasa es él cerrando la puerta con seguro.
—Hice todo por ti y aún así... No supiste agradecer ni una maldita vez— me dice voz ronca— Siempre preocupada por ti y tu estúpido círculo de fama que tanto te interesa.
—Eso no es cierto, yo...
—¿Entonces me vas a negar que estuviste todo este fin de semana con ellos?
—Estaba trabajando.
—¿De prostituta o de dama de compañía? Dime Amara, ¿Con cuántos te acostaste en estos dos días? Porque creo que es en lo único que eres buena.
—No me hables así— amenazo con voz firme, sintiendo la rabia y el miedo recorrer todo mi sistema nervioso.
—Te hablo como quiero— dice y le da el último sorbo a la botella— De todas formas no eres malditamente nadie, Amara.
—¿Por qué me hablas así? La que debería estar furiosa y lanzando mierda soy yo, ¡Ya estoy harta de ti!
—¿¡Y tú crees que yo no!?— grita avanzando un poco más— ¡Me tienes enfermo con tus putas actitudes!
—¿¡De qué mierda me estás hablando!? ¡Eres tú el bueno para nada que lo único que sabe es ahogarse en alcohol! ¡Tu maldita actitud es lo que me tiene enferma...!
—¡Cállate! ¡Cállate de una maldita vez!— grita esta vez llegando a mi lado y da una fuerte bofetada en mi mejilla.
Me quedo estática cuando se atreve a tomar mis brazos con firmeza, y debido a que estos iban descubiertos, el dolor es mucho más intenso cuando él entierra sus dedos en mi piel. La botella que antes estaba en sus manos cae en el suelo formando un fuerte ruido.
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Ambivalencia |H.S|
Hayran KurguLa enemistad entre Harry y Amara no era fácil, no cuando todo había comenzado por un pequeño mal entendido y menos cuando el mejor amigo de ambos era Mitch Rowland. Y si a Harry no le agradaba mucho Amara, ¿Entonces por qué escribió tantas cancione...