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Jueves por la mañana, y el día de el apocalipsis recién iba a comenzar.
La zona de guerra estaba llenándose con muchos carros lujosos, uno un poco más caro que el otro.

Yang solo miraba por una de las enormes ventanas que había en su casa como se estacionaban 5 carros diferentes.

Changkyun iba a medio vestir, como siempre, con la camisa desabrochada casi por completo, mostrando todos esos tatuajes que tenia por muchas partes del cuerpo, por suerte el pantalón con el botón correspondiente ajustado.

Johnny era una mezcla de ropa demasiado informal y a la vez provocativa? Lo confirmó al verlo bajar de su auto con tenis, un pans suelto y una camisa de manga larga transparente? De donde había sacado eso, iba abotonada a la mitad, tal vez un poco más desente, sin embargo, era transparente, que caso tenía?

Y por último, la cereza del pastel, nuevamente quedó atónito al ver al primogénito de sus padres, nunca iba a entender cómo Christopher podía ser tan intimidante y a la vez tan seductor, cualquier persona se le mojaba la ropa interior de solo verlo, tenía muchas pruebas y cero dudas.

Portaba un traje negro, muy pegado a su cuerpo, sin el saco correspondiente, completamente negro, lo que hacía resplandecer su blanca piel.

Nunca había visto a su hermano vestir con otro color que no fuera el anterior mencionado, causándole curiosidad, del porqué si siempre vestía del mismo color, siempre causaba los mismos estragos en absolutamente todos. 

Miro a su madre y a su padre, bajar de distintos autos, saludandose de mano y riendo de sepa que mierda.

Se había divorciado tan pronto como se les había dado la oportunidad, osea hace muchísimo tiempo.

Porque, que se hacía con una mujer de carácter fuerte, coqueto, seductor y un hombre mujeriego, ambicioso y competitivo? Definitivamente dos personas narcisistas no podían estar juntas por mucho tiempo.

Habían dado la oportunidad de criar a sus hijos, pero en base a sus ideales los cuales siempre eran sacados de un complejo de superioridad, creando niños narcisistas, egocéntricos, manipuladores, demasiado inteligentes, adictos al control total de las cosas, posesivos y sobre todo serios, ya que de niños se les había mostrado que la clave de la vida era la seriedad ante momentos de decisiones radicales, y para sus padres todo era radical, siempre era escalar, y subir y subir sin mirar atrás, llegar a la cima y jamás bajar.

La mujer entró a casa quitando sus altos tacones, riendo al ver que la casa de su hijo se miraba aún más lujosa que la última vez que entró, sintiéndose feliz ya que eso indicaba que Jeongin solo iba arriba y más arriba.

Yang menor bajaba las escaleras con una media sonrisa, estaba ansioso por molestar a sus hermanos y contradecir a sus padres, pero sobre todo porque el amor de su vida no tardaba en llegar.

Jeon como siempre con un traje negro, y esos hermosos zapatos de vestir.

-Hola madre- saludo Jeon de una manera rara y a la vez tranquila, ni el sabia del por qué.

-Hola bebé- devolvió el saludo su madre acariciando el cabello de Jeongin con sus largas uñas rojas, riendo al ver que su hijo menor rodaba los ojos con molestia por el apodo.

-Bebé mi puto culo!- grito Changkyun riendo como loco a carcajadas, tocando su estómago marcado para intentar controlar su risa.

-Nadie pidió tu opinión, así que te callas- respondió el menor bastante molesto señalandolo con un dedo de manera amenazante.

-Ya empezaron a pelear las princesas- aportó Johnny riendo pero de una forma bastante sutil.

Todo la risa seso de golpe cuando alguien que no era el progenitor habló.

DADDY ISSUES - Jeongjin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora