DADDY ISSUES - Jeongjin

♡21♡

A la mañana siguiente cuando Hyunjin despertó cayó en cuenta de absolutamente todo lo que había hecho la noche anterior, y todo eso solo se multiplicó al sentir que en vez de tener la cara apoyada en la almohada había dormido toda la noche en el cálido pecho de ese hombre, después de que lo haya besado para que durmiera bien.

Vio como tenía sus fuertes y venosos brazos abrazando su fina cintura, apretandolo contra su cuerpo.

Nuevamente se sintió débil.

Christopher olía tan delicioso, el aroma de perfume masculino mezclado con el de cigarrillos era lo más delicioso y exquisito que había inhalado en toda su corta vida, estar recostado en ese fuerte, duro y a la vez cálido pecho, con ese delicioso aroma varonil, mientras esos fuertes brazos lo protegían bajo las sábanas, era simplemente el paraíso, el oscuro paraíso.

Miro hacia arriba notando como ese inefable hombre dormía, sonrió después de hacerlo.

Hasta que Yang abrió los ojos viendo a ese bonito angelito que había compartido la noche con él, esperando que hubiera más como esa y que fuera pronto.

-Buenos días precioso, ¿cómo dormiste?-
ahorita se encontraba con la voz más gruesa de lo normal, sin duda alguna esos fueron unos muy buenos días para los oídos del contrario.

Christopher repartía mimos y besaba con delicadeza el cabello del adolescente, protegiendolo de todo mal existente en la tierra.

-Estoy muy bien papi, pero ya debo irme, papi Jeongin llegara, y debo ponerme bonito para él- levantó las sábanas que cubrían su hermosa figura y despues de darle un beso sobre los labios comenzó a ponerse la pijama del día anterior admirando los moretones que tenía en el cuerpo gracias a la fuerza con la que Christopher se lo había cogido.

El mayor solo se sonrió viendo al menor, le importaba una mierda lo que pensara Jeongin, allí,  y siempre, él era la autoridad, conocía a su hermano y tal vez, no tendría una respuesta negativa.

-Nadie te dijo que ya te podías ir- externo con esa voz gruesa que tenía en las mañanas, enojado nuevamente, le molestaba cuando alguien no lo obedecía.

Hyunjin solo se quedo en su lugar estático ya con esa diminuta pijama puesta, recordó, que, no era Jeongin con el que estaba, eran muy similares, pero Christopher era muchísimo más dominante.

Recordó que con el todo se hacía a su modo, cuando el quisiera, como el quisiera.

Inmediatamente giro sus pies en dirección a la cama, ahora que la noche había pasado le encendía las mejillas el hecho de saber que Christopher estaba desnudo debajo de esa blanca sabana.

Camino lentamente hacia la cama y se subió a ella siendo jalado por esas enormes manos que fueron puestas en  su trasero. Christopher lo beso para después darle un beso en la frente y sonreírle.
Hyunjin sentía que se lo comerian, antes de bajar de él colchon el mayor le dio una fuerte nalgada, divirtiendose sobre la manera en que Hyunjin corría con su peluche fuera de esa habitación cerrando la puerta.

Christopher estaba tranquilo, el era la autoridad allí, siemplemente no le importaba, simplemente sabía que al final lo quisiera o no todo salía como el lo quería.

Hyunjin se baño en su habitación, se colocó un short corto rosa, una blusa del mismo tono y unos tenis blancos, después se maquillo y peino, ahora estaba más perfecto de lo que ya era.

Unas horas después sintió como alguien tocaba la puerta, abrió y se sorprendió como era su suegra la que estaba parada allí, mirándolo con puro amor y felicidad.

-Hola cariño, espero que hayas dormido bien, vamos a almorzar, todos estaremos en la mesa, creo que Jeongin llegará hasta la hora de comida- lo último lo expresó con un sutil puchero en los labios.

Hyunjin le sonrió en grande y le tomo el brazo para salir de allí llegando a la mesa de ese lujoso restaurante, viendo cómo uno de los hombres que le causaba agua entre las piernas vestía de negro, como siempre, pero con una camisa, un pantalón formal y esos hermosos zapatos de charol que brillaban, su piel tan blanca y su oscuro cabello, siemplemente perfecto.

Hyunjin se quedó hipnotizado viéndolo de nuevo de reojo, y mirando como estaba fumando, se veia tan guapo cuando fumaba, y no entendía el por qué.

Christopher solo se sonrió internamente, él nunca sonreía a menos que en verdad fuera necesario.

Hwang se sentó cerca de donde estaba el antes mencionado, sin hablarle, simplemente hizo un saludo  respetuoso para todos los familiares de Jeongin.

Pero la paz se acabó, la paz que tenía, ya nunca más volvería, se había metido a las puertas del infierno, y a pesar de que la mayoría pensaría que eso le afectaría, el pequeño bebé masoquista en realidad lo disfrutaba en demasía.

-Ire a la caba a traer un buen vino, acompáñame Hyunjin- dicto con ese semblante tan frío y serio, sintiendo satisfacción al ver lo rápido que el menor se levantó de la silla siguiéndolo con la mirada al piso, como le gustaba.

Caminaron unos metros, bajando escaleras a dónde ya no había empleados, entrando a un sitio cerrado en dónde se encontraban esos deliciosos vinos, Chris camino, al fondo, dónde estaban los más costosos y deliciosos que pudieras probar, unos buenos millones por cada botella, aunque eso para él, era nada.

Hasta que paro en seco, en el límite de ese lugar, había tenue luz, simplemente perfecto.

-Arrodillate, con la manos detrás de la espalda y la mirada hacia arriba, ahora- dicto duramente mirando las botellas que había allí, haciendo una muy pequeña sonrisa cuando miro como el niño atendía a la velocidad de la luz.

-No tienes puta idea de cómo me calienta que seas tan obediente, y por eso te daré un premio mi amor- paso su dedo por los suaves labios rosas sientiendo como eran abiertos de inmediato, teniendo la sensación de calor proveniente de esa preciosa boquita.

Hyunjin seguía sin entender como en cuestión de segundos ya tenía la hombria de ese hombre muy dentro de su boca, mientras era jalado de su cabello con dureza hacia adelante por esa enorme mano, le gustaba, no, no le gustaba, le encantaba ser su juguetito, estar dispuesto para él en cualquier momento.

Deberían de darle un premio, pensó, por la rapidez con la que se desabrochaba el cinturón  y los pantalones.

Se escuchó al vacío un gemido ronco, indicando lo que tanto Hwang ansiaba.

-Soy muy bueno bebé, te di el postre antes de la comida- felicito volviendo a abrochar lo que no lo estaba en segundos.

Para después ver con admiración como Hyunjin se lo tragaba, besándolo sobre los labios mientras lo tomaba del cuello pegando el pequeño cuerpo al suyo con su otra mano.

Un último beso en la frente y salió de allí con la botella de vino en mano, y su nuevo bebé siguiéndolo obedientemente, para poder atenderlo, para complacerlo, para estar a su disposición, para ser su juguete, para ser su nueva perdición.

Espero les guste.