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En la vida no todos podemos ser iguales, y en realidad solo hay dos tipos de personas.

A las que les excita perseguir a alguien, esas que tienen el control de los sonidos y las reacciones que la otra persona debe obedecer.

Y esas que se mojan entre las piernas por la adrenalina de ser perseguidas, ya que al ser atrapadas recibirán un buen premio.

Hwang era la segunda, había sido, es y sería la segunda toda su vida, tenía miedo de que Christopher se diera cuenta que tenía una erección entre las piernas, y que está había sido causada porque le había visto las manos al volante y había estado imaginando cosas que definitivamente no debía.

El sexo vainilla era todo menos lo que Hyunjin necesitaba, qué mierda era esa porquería se seguía preguntando.

Antes de haber corrido a encerrarse en el baño recuerda que los pensamientos sucios habían empezado cuando al ver las manos del mayor de sus novios mientras conducía comenzó a formular en su cabeza, lo genial que sería que se fuera la luz para después ser perseguido por sus dos novios por toda la casa a oscuras, escondiendose y mientras tenga que correr sin hacer ruido sentir adrenalina pero también humedeciendo sus bragas al saber lo que pasaría cuando lo atraparan.
Lo tomarían bruscamente del cabello, jalandolo hacia la mesa más cercana, para empinarlo y después cogerselo con mucha fuerza hasta lastimarlo, preferentemente Christopher por atrás y Jeongin por delante, eso seria el cielo.

Pero sinceramente si los tres estaban enfermos Christopher se merecía el premio al más psicópata.

Tenía fantasías tan cuestionables y oscuras que sabía que nadie podría complacerlo, ¿o tal vez el ya sabía que a Hwang le encantaría experimentarlo?

Eso no lo tenía asegurado pero él y su hermano eran la autoridad y Hyunjin no tenía voz ni voto, solo debía obedecer, que fácil.

Camino con una sonrisa siniestra mientras sus ojos se hacían más negros de lo que ya eran, dirigiéndose a su hermano menor y haciéndole una seña con la mano de que se acercara a él.

"Vas a salir y vas a apagar el interruptor de la luz, todo debe estar a oscuras, asegúrate de esconder bien el celular de Jinnie mientras yo cierro todas las salidas con seguro, está vez no va a escapar"

Susurró en el oído de su hermano menor mientras le daba en la mano una máscara de un monstruo aterrador, con la boca llena de sangre, dirigiéndose a la cocina para tomar un cuchillo de esta misma, uno que fuera grande y filoso.

Y de un momento a otro la luz se fue, todo quedó completamente negro, a oscuras, era casi imposible poder ver algo, y allí fue cuando Hyunjin, no sabía que debía hacer, ya no escuchaba ni un solo ruido afuera, y tenía una erección entre las piernas doliendole mucho, el miedo se esfumó cuando escucho voces fuera del sanitario de la mansión.

Christopher comenzo.
"Mi pequeño y dulce gatito está atrapado detrás de esta puerta, y se que me necesita... tienes un puto minuto para salir del baño y esconderte Hyunjin, porque cuando te atrapemos vas a gritar tan fuerte que los vecinos llamarán a la policía creyendo que te estamos matando, así que a la cuenta de tres vas a correr a donde sea que no te encontremos...1...2...3..."

Su voz ronca solo hacia eco en la casa de manera grotesca ya que se acompañaba de la ronca y vacilante risa de Jeongin, dios, jamás pensó que algo así le gustaría pero que puede ser más bonito que jugar a las escondidas.

El minuto prometido fue exacto, ni un segundo más ni un segundo menos, fue allí cuando los hermanos Yang salieron de dónde se encontraban con las horrendas máscaras sobre el rostro y accesorios en las venosas manos, el mayor llevaba un cuchillo, y el restante un cinturón de cuero, solo para darle un toque más entretenido.

DADDY ISSUES - Jeongjin  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora