Chase
Desaparecí por unos días y el único de mis amigos que lo sabía era Nathan porque se enteró por pura casualidad, si no tampoco lo sabría. Todos querían saber en que andaba, o que estaba haciendo que no aparecía por ningún lado; mi teléfono vivía recibiendo mensajes preguntando si me había sucedido algo.¿Importaba? No, no les importaba que sucedía conmigo, solo querían saber por chismosos. No necesitaban saber nada de mi y siempre lo diré, mientras menos sepan de ti mejor será tu vida.
Me ausenté simple y sencillamente porque me fui con mis abuelos de viaje, quisieron llevarme con ellos a Santorini, Grecia. ¿Por qué iba a decir que no? Ese lugar es increíble y las mujeres que encuentras por ahí son una completa locura.
Acababa de volver del viaje, apenas había puesto un pie en la casa y ya tenía ganas de volver a salir, quería irme a alguna parte. Cualquier lugar era mejor que estar en casa.
El calor estaba cada vez más insoportable y eso me hacía desear tomar un buen trago lo suficientemente fresco, de lo que sea.
Llamé a la primera persona que se me vino a la mente en cuanto decidí salir para beber algo, Liam. Pero no contestó, no respondió mis llamadas. ¿Qué mierda estará haciendo?
Subí a mi auto y mientras conducía hacia ninguna parte en especial, llamé a Nathan. Él si atendió y estuvo más de acuerdo con mis planes, asique fui por él.
A llegar a su casa Nathan subió sin siquiera abrir la puerta, mi auto era descapotable y lo único que hizo fue subirse de un salto.
Sonreí al ver que el idiota traía entre sus brazos un pack de latas de cerveza. Maldito Nathan, era adicto a la cerveza.
A mi no me agradaba tanto, prefería otras cosas, pero en casos como éste todo cumplía la misma función, saciar la sed, refrescar y proporcionar paz mental.
—¿Qué sabes de Liam? —pregunté tomando una cerveza.
Nathan hizo una mueca. —Casi ni lo he visto, desde que te fuiste me junté con Angie nada más.
—¿Casi no lo has visto?
—No. —negó mientras habría una lata de cerveza. —Se la pasa con... —pensó su nombre.
—¿Maddison? —pregunté y él asintió mientras bebía. —¿Estuvo todo este tiempo con ella?
—Tu sabes que Liam hará lo que sea para conseguir lo que quiere, estará ahí hasta que se la folle. —habló seguro de eso.
—Sí, quizás...—le di la razón. —Pero es demasiado tiempo ya.
—O quizás ya lo hizo.
Comenzaba a a extrañarme que Liam siguiera detrás de ella, sin obtener nada a cambio. No era normal en él pero tampoco podría imaginarlo enamorado, era imposible.
Y la idea de que ya se la hubiera llevado a la cama era algo que descartaba totalmente, porque si fuera así, ya no estaría con ella. Él no se quedaba con las que se follaba, era ilógico.Nathan le envió un mensaje a Angie, pasamos a buscarla y luego seguimos paseando por la ciudad sin ir a ningún lado en particular, bebiendo los tres y escuchando música.
Después de un rato dejamos a Angie en su casa porque según ella tenía cosas que hacer. Nosotros por nuestro lado, seguimos bebiendo, compramos algunas cervezas más y nos quedamos frente a la casa de Nathan, sin poder entrar a su casa porque su madre nos echaría al vernos bebiendo dentro de la casa, asique solo estábamos ahí, en mi auto, bebiendo frente a su casa, como dos idiotas... Ya no sabíamos donde más ir.
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DILE QUE CONMIGO TU TE QUEDAS. (+18)
Romance-Entonces recuerda, la chica que me importa se llama Maddison White, está algo loca y también me vuelve loco... Secuela de "ERES MÍA, ENTERATE" ✨se puede leer de forma independiente. ✨ 🥇N° 1 en #distancia - 18/03/23