Estamos casi en verano y las temperaturas de hace unos días atrás fueron casi invernales. Muchas personas se han enfermado por el cambio de clima, no fui la única, pero si debí ser la que peor la pasó.
Nunca imaginé que una simple gripe podría hacerme sentir tan mal, para la próxima me lo pensaré cinco veces antes de tener que recurrir a algo así.
O mejor dicho; no, no volveré a recurrir a algo así.
El lado bueno de todo esto es que falté al colegio unos días más, el lado malo es que no solo tuve presentarme al examen por el cuál planeé todo esto, si no que ahora me tocaba ponerme al día en varias materias más.
Tengo que dar todo de mi para no reprobar ninguna materia, son los últimos días de clases y necesito ser libre por fin.
Preciadas, adoradas y amadas vacaciones... Ya puedo imaginarlas.
Prometo que el próximo año seré más responsable... Si, ya he dicho esto en años anteriores, pero esta vez lo cumpliré.
No quiero tener que soportar a papá regañándome otra vez, y no porque le tema, es porque es... insoportable.
—¿De verdad crees que podrás presentar todo eso? —habló Chase a mi lado viendo la cantidad de cosas que debo completar por haber faltado.
En la enorme mesa del comedor solo se apreciaba un gran desorden de hojas, cuadernos, libretas, libros abiertos, bolígrafos y resaltadores esparcidos por cada centímetro de la madera... Y por supuesto ahí estaba yo, completando las actividades que me faltaban, escribiendo casi de manera furiosa para evitar que cinco horas se volvieran ocho, hacía cinco horas que estaba así, quería terminar ahora mismo.
—Yo puedo con todo. —respondí segura.
De reojo lo vi tomar asiento del otro lado de la mesa, observándome con atención. —¿Cómo te fue con el examen?
Lo miré sintiéndome orgullosa de mi misma. —Tengo muy buena memoria, fue fácil.
Chase sonrió burlón. —No creo que tengas buena memoria.
Dejé a un lado mis hojas y me quedé viéndolo sin comprender. —¿Por qué no?
—No por nada, solo digo que no creo que recuerdes siempre todo... —soltó como si pensara en algo especifico.
—¿Y qué, tu sí? —refuté.
—No, solo recuerdo las cosas que valen la pena recordar. —contestó pero decidí seguir en lo mío y volví la vista a mis cuadernos, de verdad quería terminar rápido.
No comprendí porque dijo eso, pero tampoco es como si me interesara saber a que se refería.
Chase se quedó frente a mi, pero se puso a tontear con su teléfono, unos minutos después llegó Emma y se sentó a mi lado.
—Eso es mucho. —murmuró refiriéndose a mi tarea.
Era extraño que Emma se sentara a mi lado, pero era más extraño que me hable.
—¿Tienes que presentarte en alguna materia? —siguió hablándome.
—No, solo debo presentar esto y listo. —contesté soltando aire, estaba cansada.
No era la mejor estudiante pero siempre me las ingeniaba para aprobar, digamos que no reprobaba por pura suerte pero para mi eso era suficiente, obviamente para mis padres no.
Yo solo tenía una cosa en mente; aprobar así sea con la nota más baja para poder tener un verano sin obligaciones, pedirme notas excelentes ya es un deseo que algún día les concederé a mis papás.
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DILE QUE CONMIGO TU TE QUEDAS. (+18)
Romance-Entonces recuerda, la chica que me importa se llama Maddison White, está algo loca y también me vuelve loco... Secuela de "ERES MÍA, ENTERATE" ✨se puede leer de forma independiente. ✨ 🥇N° 1 en #distancia - 18/03/23