DILE QUE CONMIGO TU TE QUEDAS. (+18)

Capítulo 18

Chase.

— ....... Chase. —apenas pude oír que me hablaban tuve quitarme los auriculares con los cuales estaba escuchando música. Volteé mi rostro para saber quién me hablaba, y luego con un leve empujón moví la silla giratoria sobre la cual estaba sentado cómodamente. Era mamá.

—¿Qué decías? Lo siento, no escuché. —dije apenas la vi, sin dejar de mover mi pierna y meciendo la silla de lado a lado.

—¿Vas a salir? 

—Sí. En un rato me iré.

Mamá suspiró con un atisbo de preocupación pero luego sonrió al ponerme atención. —¿Por qué siempre de negro? —preguntó acercándose a mi para acariciar mi cabello como siempre solía hacer desde que tengo memoria. —Podrías ponerte, no sé, una camisa blanca, o una de color. Seguro te quedarían lindas.

—Quizás, algún día... Prefiero el negro.

—Eso es muy Gallagher de tu parte. —pareciera que se puso a rememorar por un momento. —Me recuerdas a Harrison cuando éramos jóvenes. —comentó con una sonrisa en su rostro. —Son más parecidos de lo que ustedes podrían notar.

—¿Tu crees? —contesté levantando mis cejas y ella asintió.

—Solo espero que no seas igual de mujeriego que él. —bromeó.

Papá mujeriego... Sí, claro que podría imaginármelo, algunas veces los he oído decirse cosas, bromeando, pero al fin y al cabo se las han dicho y me queda claro que su relación no fue nada sencilla, el caso es que mi padre debe haber hecho sufrir mucho a mamá y eso a veces no me agrada. Pero supongo que trato de pensar en que al final, se quedó con ella y tomó su lugar como padre de familia, jamás ha faltado en casa, no puedo reprocharle eso.

—Por favor no tomes... tanto. —me miró juntando sus labios. —Te diría que no tomes directamente pero sé que es imposible, solo no te excedas. Cuídate ¿sí? —pidió besando mi frente.

—Tranquila mamá, tu duerme tranquila que estaré bien. 

—Nunca puedo dormir tranquila cuando estás fuera.

Blanqueé mis ojos. —Ya no soy un niño, mamá.

Se fue de mi habitación haciendo una mueca melancólica ante mi respuesta y yo volví a ponerme los auriculares para escuchar música. Tenía que mantener mi mente ocupada y estaba aburrido, mientras más aburrido estaba, más pensamientos se me venían a la cabeza y no tenía ganas de pasar por eso.

Aunque sabía que mi aburrimiento era momentáneo, porque en cuestión de minutos tendría que irme. 

Quedamos en salir con Liam. Y aunque realmente esta vez no tenía ganas de estar con él y mucho menos con ella. Tampoco podía no asistir, él contaba con algo que sólo yo podía conseguir. Una identificación falsa. 

Una identificación falsa para ella.

Liam quiere llevarla a una discoteca y no podrá entrar siendo menor de edad. Casualmente, fui yo quién les consiguió las identificaciones a todos los del grupo, soy quien tiene el contacto y soy quien puede conseguirla en cuestión de horas. El sujeto que hace estas cosas no hace trabajos para cualquiera, por lo tanto, él único nexo entre ellos y él; soy yo. 

~

Pasé por Nathan y ahora ambos nos encontrábamos casi a las afueras de la ciudad, esperando al nada legal "Mark", para que nos dé la identificación de Maddison.

Un vehículo frenó detrás de nosotros, me hizo señas de luces y me bajé del Camaro. Era él, Mark.

Mark siempre andaba bajo las sombras, le convenía ocultarse y no por las identificaciones precisamente, el quería pasar siempre desapercibido porque vendía otras cosas ilegales, incluso más de las que yo sabía. Así que siempre que necesitaba algo de él me citaba lejos y sin poner un pie fuera de su auto.