Capítulo 3

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Sábado al mediodía y yo apenas puedo creerme todo lo que pasó la noche de anoche, aunque a Chase se le ocurrió irse temprano (lo que significa que me regresó a casa temprano) no puedo quejarme, al menos fui besada.

Mis padres no dejaban de verme raro y no los culpo, también haría lo mismo si viera alguien observando el plato de comida con una sonrisa. 

Sonrisa que tenía una razón y no era la comida; era mi mente vagando en mis más emocionantes recuerdos recientes.

—Supongo que la pasaste bien anoche... —comentó mamá de manera sospechosa.

—No estuvo tan mal. —dje disimulando mi emoción.

—¿Te gustó salir de fiesta? —preguntó con seriedad mi padre, como si le disgustara la idea de que yo comience a salir.

—Sí, fue divertido. —respondí y mi padre hizo una mueca de disgusto.

—¿Con Chase? —siguió indagando mamá.

Asentí sonriendo. —Tal vez.

No creo que Chase vuelva a invitarme, esa vez lo hizo solo porque no le quedó otra. 

Pero ahora que sabía que en esas fiestas estaría Liam, quiero intentar ser parte de ellas, sea como sea.

—Me alegra oír que te divertiste con él... —contestó sonriente e hizo una pausa. —Sabes que con tu papá hace rato queríamos irnos de viaje... ¿cierto? —asentí. —Pues... nos iremos... esta noche.

Sonreí de oreja a oreja y abrí mis ojos grandes. —¿Esta noche? ¿Eso significa que van a dejarme sola en casa?

No es que fuera a hacer una fiesta, ni invitar a nadie, solo me interesaba la idea de estar sola y sentirme independiente.

Ella negó. —Tus tíos te cuidarán en nuestra ausencia. —informó y mi sonrisa se desvaneció por completo.

—¿Qué? —hice una mueca.

—Des y Harrison, te quedarás con ellos... en su casa.

—Pero mamá, puedo quedarme sola, ya tengo quince años ¿lo recuerdan, cierto? Porque parece que no. —respondí molesta.

—No vas a quedarte sola... y no vas a convencernos. —agregó sonriéndome.

Bufé con molestia. —Será como ustedes digan. 

—Maddison... —mencionó papá mi nombre a modo de regaño.

—La pasaras bien... Estoy segura. —intentó animarme mi madre. —Solo serán dos semanas. 

—¿Dos semanas? ¿A caso quieren regalarme? ¿Olvidarme? ¿Qué los Gallagher me adopten? —exageré para molestarlos.

—Nena, sabes que ahorramos mucho para poder irnos de viaje, estuvimos esperando esto por mucho tiempo. —respondió mamá luciendo preocupada.

Sonreí transmitiendole mi aprobación. —Lo sé, se lo merecen, ojalá pasen unos lindos días... —hice una pausa y los mire dramáticamente con pesar. —También merecen descansar de mi, soy una gran carga para ustedes. —finalicé viendo hacia el suelo.

—¡Maddison! —volvió a regañarme mi padre, quién ya conocía mis escenas dramaticas.

—Era broma. ¡Dios, no se puede bromear en esta casa! ¿Eras así de odioso de joven? Por que si lo eras me caes mal Cole, me caes mal. —dije yendo a abrazarlo para que no se enoje.

Mamá soltó una leve risita. —De hecho, tu padre era como tú.  

—¿Oh, como yo? ¿Lindo dices? —pregunté orgullosa.

DILE QUE CONMIGO TU TE QUEDAS. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora