DILE QUE CONMIGO TU TE QUEDAS. (+18)

Capítulo 14

Maddison

—¿Hasta cuándo podrás seguir ignorándolo? —preguntó Mina, enarcando una ceja.

Mi amiga pensaba que yo no lograría estar molesta con Liam por mucho tiempo, pero estaba equivocada. 

Mi enojo llegó un poco tarde porque en el momento no le presté atención a la situación, no estaba completamente consciente como para pensar en la manera de actuar de Liam. Pero cuando desperté y recordé todo tal y como fue, sentí la verdadera decepción. ¿Cómo pudo? Él me había invitado, él me animó a beber y me dijo textualmente: "Yo te cuidaré, no te pasará nada, tranquila".

Quizás no es para tanto, pero me dio un poco de coraje que ni siquiera se molestó en enviarme un mensaje para saber si llegué bien, si desperté bien o cómo me encontraba después de esa noche. 

Quiero creer que le importo y que me quiere, pero con esa actitud se me hace algo cuestionable. 

De todas formas no le reproché nada, hacer drama no es lo mío... O bueno, a veces sí. En realidad, desde esa noche lo único que le he dado es mi ausencia, aplicando la ley del hielo.

No le he respondido ni un solo mensaje y he estado ignorándolo pero tampoco es como si hubiera venido hasta mi casa a buscarme para arreglar algo. Así que también estoy aprovechando este momento de lejanía para ver que clase de chico es en realidad. 

Pasamos de estar viéndonos todos los días, a escondidas claro, pero nos veíamos igual... A ahora ni siquiera escribirnos.

Y aunque siento que puede que me esté haciendo demasiado la difícil y complicando las cosas, creo que es mejor así. 

—No suelo perdonar fácilmente, así soy.

~

Acompañar a papá al trabajo era una de mis actividades favoritas, no todos tenían la suerte de estar tan cerca de los competidores y del circuito como nosotros.

Supongo que por haberme criado en este ambiente, amo todo lo que implica cuatro ruedas y motores rugiendo. Estar en el autódromo es como estar en casa, no existe ni un rincón que no me sea familiar.

De pequeña tenía muñecas pero yo prefería los autitos de juguete. ¿Y mi película favorita? Herbie, y yo me creía la próxima Maggie Peyton.

A veces y muy pocas veces suelo traer a Mina conmigo, porque ella no sabe apreciar el arte en todo esto, entonces prefiere no venir. 

—Ya debo volver a mi casa, Maddie... —resopló Mina, simulando estar triste por tener que irse pero yo sabía que en realidad deseaba irse desde hace rato.

—¿De verdad? —bufé mientras mi vista se fijaba en la pista y en las prácticas que se estaban llevando a cabo.

Este lugar es tan enorme e imponente... Estar en esa pista debe ser alucinante.

—Y ya sabes... —me miró entrecerrando los ojos, con misterio. —Karaoke.

—Karaoke... —balbuceé sin ganas.

Detesto hacer karaoke pero a Mina le encanta. Y ese era el trato, cuando yo la invito a hacer algo que a ella no le fascina tanto, pues la siguiente vez me toca a mi hacer algo que a ella le encante, aunque a mi no.

—¿Tú cantas? —preguntó alguien detrás de mi y ambas nos volteamos con rapidez. 

Me di la vuelta sin siquiera parpadear antes, era Chase, que con unos pasos tranquilos y sin prisa llegó hasta nosotras.