III

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—¡¿Que?! ¿Y me lo dices así nomás? ¡No me preparé ni entrené! Idiota—refunfuñaba—Debes avisarme con un poco más de tiempo, tonto—suspiré mientras me frotaba la frente.

No era mentira lo que Kakashi decía. El hokage me informó de esto pero no sabía que sería después de mi examen de Genin.

—¿Puedes dejar de quejarte? Debes entrar a la oficina. No lo hagas esperar—Kakashi me empujaba dentro de la oficina del Hokage.

Suspiré rindiendome.
—Está bien, pero no me empujes—Toqué la puerta de la oficina un par de veces y al recibir el permiso pasé.

—Gusto en volver a verte, _______—se sacó la pipa de su boca expulsando el humo.—Seguramente ya sabés la razón del por qué estás aquí—asentí— Entonces te puedo tomar el exámen a Jōnin—se levantó de su asiento y me miró de costado—Sígueme.

(. . .)

Kurenai me atacó. Casi la instante la esquivé bloqueando su ataque con un kunai. Activó un genjutsu que fue anulado al momento.

Activando el Sharingan hice que ella entrara en un genjutsu. Sentí que Asuma se me acercaba por detrás y rápidamente dí una vuelta en mi propio eje y bloqueé su ataque.

Kakashi subió su banda ninja y dejó a la vista su Sharingan tratando de someterme a una ilusión. Me teletransporté detrás de él y le bajé su banda tapándole el Sharingan. Me volví a teletransportar pero está vez detrás de Asuma y posicioné un kunai que goteaba veneno en su cuello anunciando su derrota.

Debía derrotar a Kurenai y Kakashi si quería aprobar. Noté que la mujer se deshació de mi genjutsu. Se acercó silenciosamente por mi espalda lista que poner un kunai en mi cuello, pero logré moverme a tiempo y de un rápido movimiento la derribé poniendo un kunai en su abdomen.

Había vencido a Kurenai solo faltaba Kakashi. Ya estaba agotada y la falta de chakra se hacía notoria.

Debía terminar con esto.

Agregué un aspa a mi Sharingan y metí en un genjutsu a Kakashi, si bien lo anularía al instante me daría unos escasos segundos de ventaja. Me teletransporté detrás de él con una daga y para cuándo despejó el genjutsu ya había perdido.

Al ver cómo había ganado le sonreí y dí algunos pasos hacia adelante pero casi me desmayo. No toqué el suelo ya que Kakashi me sostuvo.

—Te esforzaste mucho _____, descansa niña—Me consoló mientras frotaba suavemente mi hombro.

(. . .)


—Felicidades ______, te convertiste en Jōnin— sonrió levemente.—Bienvenida al equipo de Shinobis— me extendió el típico chaleco.

—Sé que no lo usarás, pero guardalo.—dijo—Me sorprende cuán lejos haz llegado con 13 años. Eres igual a Kakashi. Te felicito por tus logros, ______—me halagó una vez más. Tomé el chaleco y lo sostuve en mis brazos—Ya te puedes retirar.

Me retiré de la oficina y fuí rumbo a mi casa. Al llegar me duché y me cambié. Ya era tarde y debía dormir.

A la mañana siguiente fuí al departamento de Sasuke, me pareció raro verlo despierto, puesto que era muy temprano, verlo despierto a las 5 de la mañana era raro, muy raro. Mi rutina comienza a esta hora pero Sasuke no es tan excesivo con el entrenamiento.

—Sasuke— Aparecí detrás de su espalda— ¿Que haces despierto tan temprano?—Le pregunté.
—Kakashi nos dijo que tendríamos nuestro primer entrenamiento como equipo. Me dijo que tú también vengas— Me dijo. Al levantar su mirada se me acercó y me abrazó por la cintura posando su cabeza en mi hombro.

𝙻𝚊 ú𝚕𝚝𝚒𝚖𝚊 𝚖𝚞𝚓𝚎𝚛 𝚄𝚌𝚑𝚒𝚑𝚊|| 𝙽𝚊𝚛𝚞𝚝𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora