𝙻𝚊 ú𝚕𝚝𝚒𝚖𝚊 𝚖𝚞𝚓𝚎𝚛 𝚄𝚌𝚑𝚒𝚑𝚊|| 𝙽𝚊𝚛𝚞𝚝𝚘

XVII

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—______—dijo Pain—como sabrás Itachi se enfrentará a Sasuke hoy, queda en tí si intervienes o no—informó. Itachi no me había dicho nada, supongo que para no preocuparme.

—Iré con Itachi, Pain-Sama—contesté—pero no sabrás que decisión tomé hasta que vuelva con o sin él—dicho esto me fui de la oficina.

Claramente no evitaría su muerte, es el deseo de él morir de esa forma, sin embargo me quiero despedir.

Salí de la cueva y fuí rumbo a la batalla que se desataría en breves instantes.

Un suspiro de sorpresa se escapó de mis labios cuando analicé la situación.
—Maldicion—susurré al ver el estado de Itachi. En su boca yacían líneas de sangre que se filtraban por su comisura. Se veía que estaba realmente mal, estaba cansado y su chakra apenas se sentía. Apartir de aquí todo se vió como en cámara lenta.

Su mano se alzó al rostro de Sasuke y con sus dedos índice y corazón chocó su frente. Noté como caía casi inscociente pero antes de que se golpeara la cabeza con la roca, la cuál estaba detrás de Sasuke, me teletransporté y lo agarré.

—No, no, no. Itachi, no puedes dejarme así—murmuré soltando un sollozo. Me senté en el suelo y lo recosté para que no se incomodara.

Mis lágrimas no tenían piedad al salir... Después de mucho tiempo estoy llorando.

—Nunca estarás sola, te acompañaré como lo hice alrededor de estos años, aún si es desde las sombras—una leve sonrisa débil se formó en sus labios—vive _____, vive por muchos más años como no lo pude hacer yo—farfulló. Con delicadeza acaricié su cabello mientras seguía hablando.

—Te amo, niña, aún cuándo no lo demostraba lo seguía haciendo—sus ojos se comenzaron a cerrar poco a poco—me hubiera gustado estar más tiempo contigo, perdóname por no poder quedarme a tu lado—un suave respingo se hizo presente y sus ojos se cerraron en su totalidad, su chakra se dejó de sentir y su cuerpo quedó sin vida.

—Aún no te puedes ir—supliqué en un susurro aferrandome a su cuerpo. Las lágrimas seguían saliendo mojando su túnica.

—_____, vete—exigió Sasuke. Levanté la mirada con lentitud y lo miré teniendo el Mangekyou Sharingan activado. Detestaba cuando me pasaba eso, mis sentimientos generalmente se volvían más negativos con el Sharingan activado.

—Cuando sepas la verdad te arrepentirás de esto—Farfullé con el enojo quemando mi garganta. Con delicadeza desaté la banda ninja de Itachi y su collar y los guardé en el bolsillo de mi túnica. Me levanté y antes de desaparecer dije.
—Espero volver a verte en otras circunstancias—lo miré de reojo.

—Espera—pidió. Su voz hico que detenga las intenciones de irme.—Lo siento—se disculpó.

—¿Por qué lo haces?—Murmuré sintiendo el enojo apaciguarse. Desactivé mi técnica ocular y lo miré de frente.

—Sé que Itachi era importante para tí—dijo y dió un paso hacia adelante.
—No avances—exigí—no sé con certeza si quieres intentar matarme a mí también—argumenté. Sabía que quizás no sería posible aquello, no veía capaz.

—Sabes que no podría hacerlo—habló. Unos segundos de silencio reinaron en el lugar. El cielo nublado y el viento soplando solo lograba que esto se vuelva más triste.

—Poder y querer son dos cosas distintas, yo sé que no quiero matarte pero si lo deseara podría hacerlo—murmuré.—¿Quieres hacer eso?

—No me puedes preguntar esto cuando hace poco nos vimos. Reitero, no quiero ni intentarlo—dijo. Suspiré.