XIX

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Tenía que ir a la aldea de la lluvia, cumplir el rol de líder era complicado, Konan me ayudaba igual.

La caza anterior de los Jinchurikis fué casi un éxito, los chicos lograron atrapar a todos, a excepción de Naruto y Killer Bee.

Usé el Kamui para ir a la aldea. Descubrí que es más práctica esta técnica, gasta menos chakra y es más cómoda. Dejé de usar la teletransportación como tal.

Solíamos ir allí de vez en cuando, en las ocasiones que lograban localizar la guarida recurríamos a venir aqui, que por cierto, no está nada mal. Recuerdo las veces que Deidara andaba con los pelos de punta por no tener una habitación espaciosa para sus figuras de arcillas, junto también que le hacía honor a aquella frase, gracias a la humedad de aquí solía tener el pelo muy inflado, aquello cooperaba aún más a su estrés.

Al llegar tuve que ampliar mi rango de detección de Chakra, al cabo de segundos la había encontrado, pero no estaba sola, Tobi la acompañaba.

Rápidamente comencé a correr tomándome con el precipicio artificial que separaba la tierra del agua, forzando la vista pude distinguir una pelea.

Mis sentidos se agudizaron a notar que eran Konan y Tobi.

Reubicando el chakra en las plantas de mis pies comencé a correr sobre el agua.

«Mierda, mierda, mierda.»

Tobi se posicionó detrás de Konan en un instante y le insertó una vara de metal atravesando su estómago.
—¡Konan!—Grité acercándome más de prisa.

Su sangre teñía el agua del color rojizo que la caracterizaba.

—¡No! ¡No te involucres en esto, ______. Es peligroso!—advirtió rápidamente. Su mano hacía presión en su herida tratando de retener su sangre, intentó en vano.

Me aparté un poco de la escena al ver cómo Konan comenzaba a atacar a Tobi con papeles bomba y Shurikens de papel.

Cuando Tobi comenzó a asfixiarla intervine.

—Detente—sentencié apareciendo en sus espaldas. Diablos, el Kamui era muy útil. Sentí sus hombros tensarse pero aún así no la soltó.

Con desesperación busqué soluciones, no podría atacarlo, pues su técnica lo evitaría y solo me dejaría aún más expuesta.

Pero recordé las palabras de Pain.

"—Niña, sabrás que estamos siendo muy acorralados últimamente... Noté que Tobi cada vez se vuelve más extremo respecto a completar su plan—dijo mi líder. Lo miré con extrema confusión. ¿Qué planes?—Por lo que decidí contarte esto. La verdad tras la organización.

Luego de eso me contó todo. Tobi no era Tobi, era Obito Uchiha, ex compañero de Kakashi, el cuál dieron por muerto en la segunda gran guerra ninja. Su pasado fué algo que ni siquiera Pain sabía con certeza pero si supo que había algo que lo debilitaba emocionalmente.

Rin Nohara.

Esa chica murió a manos de Kakashi, por un error supongo. Obito en su momento se había enamorado de ella pero nunca fue correspondido, hasta que ahora ese enamoramiento se convirtió en obsesión.

El plan del Tsukuyomi infinito era la meta oculta de la organización, la caza de todos los bijuus ayudaría a aquello gracias a la gran cantidad de Chakra que poseían.

No me gustó para nada aquello, pero aún así mi lealtad permaneció firme.
No ayudaría con la caza de los Jinchurikis restantes.

𝙻𝚊 ú𝚕𝚝𝚒𝚖𝚊 𝚖𝚞𝚓𝚎𝚛 𝚄𝚌𝚑𝚒𝚑𝚊|| 𝙽𝚊𝚛𝚞𝚝𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora