XIV

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Me desperté en medio de la madrugada, extrañamente la euforia de la ejecución seguía en mi cuerpo y no permitía que duerma correctamente.

Me dirigí al comedor para buscar agua. Me sorprendió ver a Deidara en el camino, estaba sentado en el sofá individual con un aura extremadamente triste rodeándolo. Sabía lo que le pasaba, yo misma fuí la causante de su malestar.

—Lo siento—me disculpé sintiéndome hipócrita—sabes que no te puedes enamorar de nuestros rehenes—agregué. Deidara levantó su mirada del suelo y me miró directamente a los ojos. Estaban hinchados, se notaba que estuvo llorando.

—Realmente no lo entenderías—contestó secamente.
—No, no lo entiendo, nunca haría algo así—murmuré en un tono desinteresado. Al ver cómo cambió su mirada puse una mano en su hombro—espero que te sirva de lección—susurré con una suave sonrisa.

Dejé el lugar y me dirigí al comedor nuevamente y con mi vaso de agua me asomé por la ventana, realmente no era tan de noche, el cielo ya se comenzaba a iluminar, dentro de poco amanecería.

Dejé el vaso vacío y me fuí a la habitación para ponerme mi túnica, al entrar ví a Sasori ya despierto.

—No sabía que te despertabas tan temprano—comenté con una sonrisa burlona.
—No suelo hacerlo, simplemente no te sentí a mi lado y me desperté sin querer—le restó importancia. Era raro, se supone que Sasori no siente nada.

¿Acaso él?... No, es realmente imposible que este pensando en volverse nuevamente humano.

Se acomodó dentro de Hiruko y antes de cerrar la marioneta habló.
—Estuviste muy bien en la ejecución.

—Te lo agradezco mucho, Danna, hay que seguir las costumbres—contesté mientras sentía el sueño invadir mi cuerpo.—me temo que volveré a dormir, es demasiado temprano aún—murmuré con agotamiento

Itachi—


Ya habían pasado algunas horas de la ejecución, me sorprendió que _______ volviera a tener su característica energía luego de esto, solo que hay algo que sigue igual, el brillo en sus ojos. Antes solía disfrutar tanto las ejecuciones que al día siguiente estaría llena de energía, y ni hablar de sus ojos, demostrarían diversión pura.

Me dirigí a su habitación y entré, allí la ví durmiendo, no es común verla dormir hasta muy tarde, nunca se pierde el almuerzo.

—______—dije—despiértate—exigí levantando la voz. Ella se removió incómoda pero siguió durmiendo. Reprimiendo una sonrisa la miré otra vez, era un caso perdido. Abrí las cortinas haciéndo que inmediatamente ella se tapara con su manta.
Las tomé y se las saqué dejándolas en la cama del costado.

Resopló molesta.
—Déjame dormir—balbuceó.
—Es tarde, dentro de unos minutos vamos a almorzar—informé. Ella al escucharme abrió levemente sus ojos y se levantó rápidamente de la cama, tomó su túnica y con velocidad se dirigió al baño.

La esperé unos momentos y después salió peinada y con menos cara de dormida.
—¿Vamos?—Me preguntó, le hice una seña con la cabeza y comenzamos a caminar.
—Tenemos el día libre—le conté. Pain me había avisado horas atrás, todo por poder sacar la información correctamente.

Al llegar al comedor se sorprendió por no ver a nadie.
—¿Y los demás?—Preguntó con confusión. La entiendo, es complicado que esto esté vacío, casi nunca concordamos en misiones. Siempre suelen quedar cuatro o tres aquí, está vez solo éramos nosotros dos.

—Fueron a la ubicación que dió Akane—le dije con duda.
—Dime en dónde es, simplemente las coordenadas—suplicó.
—Está bien—suspiré al rendirme. Tomé un pequeño papel que estaba en la mesa y anoté los números. Al momento de leerlos no perdió más tiempo y se teletransportó allí dejando humo blanco.

Ya habían pasado 5 horas de aquel suceso, ellos todavía no volvieron, ni siquiera ______. La preocupación ya se hacía presente, esperaba que la misión no se vuelva complicada. Desgraciadamente por más que quiera ir no podría, la cueva no se puede quedar sin nadie que custodie.

Me senté en el sofá, pero me intraquilizó sentir tantos chakras acercarse hacia aquí, pero estaban lo suficientemente lejos para poder saber a quiénes pertenecen.

Se acercaban a gran velocidad, en cortos segundos pude reconocerlos, eran ellos.
Unos minutos después llegaron, no me dió tiempo a dirigirme a la puerta ya que la abrieron de golpe. Kisame tenía a ______ en brazos, desmayada, su sangre goteaba por los brazos azules de mi compañero.

—¿Que pasó?—Pregunté tratando de mantener la calma.
—¡Llevenla a la enfermería! ¡YA!—Exigió Pain. Kisame rápidamente se dirigió allí.

Mientras todos se disipaban solo quedamos yo y Sasori, el cuál estaba sin Hiruko.
—¿Que sucedió?—volví a preguntar.
—Aunque sea complicado de creer nos encontramos con tres Ōtsutsukis—dijo recordando—no podíamos hacer nada contra ellos, hasta que llegó ______ junto al líder, ellos pudieron detenerlos—contó—pero en un pequeña distracción uno de los Ōtsutsukis se teletransportó detrás de Deidara con la intención de atravesar su estómago con su puño lleno de Chakra, ella vió aquello y no dudó en teletransportarse para desviar el golpe, pero no fué lo suficientemente rápida, no logró desviar el golpe y se impactó en su estómago.—dijo haciendo una expresión de disgusto.

—Noté que no eran de sangre pura, su color de piel y la falta de su característica reserva de chakra los delataba—pareció recordar algo—hubo una transformación muy rara por parte de ______, minutos antes de lo que sucedió con Deidara ella comenzó a emanar un chakra distinto, era muy agradable de sentir, las puntas de su pelo se tiñeron de un violeta brilloso y la túnica de Akatsuki se convirtió en una capa lila con nubes y estrellas violetas—sonrió levemente.—se le veía muy bien, sus ojos también habían cambiado, eran de un color rojo intenso, como su Sharingan. Gracias a eso debilitó a los Ōtsutsukis, pero al parecer no dura mucho, ya para el momento en el que se teletransportó para salvar a Deidara no estaba así—suspiró.

¿Los atacaron tres Ōtsutsukis? No solo eran un clan sin ejemplares de sangre pura, también eran muy poderosos, el simple hecho de que esa niña pudiera desviar su cometido ya era demasiado.

Me dirigí a la enfermería y la ví acostada con una venda en su costado.
—Se estabilizó ella sola—dijo Pain—su Bijuu es muy fuerte—inmediatamente Lo miré. Estaba tenso, no quería que Pain se enterara, aunque era de esperarse, luego de su transformación era obvio que se darían cuenta.

—Su chakra no es el que necesitamos—dijo al notar me tenso. Inevitablemente suspiré con alivio, no era una idea agradable pensar que moriría y que yo sería parte de eso.
Me senté al borde de la cama en dónde estaba ella, su respiración estaba relajada, al parecer solo dormía.

𝙻𝚊 ú𝚕𝚝𝚒𝚖𝚊 𝚖𝚞𝚓𝚎𝚛 𝚄𝚌𝚑𝚒𝚑𝚊|| 𝙽𝚊𝚛𝚞𝚝𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora