Enemies to lovers
Fanfic con Pablo Gavi
Tras llegar a La Masía con tan solo 11 años, Zoe es víctima de bullying por parte de uno de sus compañeros, conocido como Pablo Gavi, el chico más popular y guapo del lugar. Después de estar sufriendo este ac...
Cuando bajé a la puerta de La Masía ya estaba Pablo allí esperándome. Se me hacía raro verle con otro tipo de ropa que no fuera la deportiva, pero he de admitir que el estilo que él tenía le quedaba mil veces mejor. Era la primera vez que quedábamos formalmente para ir juntos a algún sitio.
-Hola, niña- me saludó- ¿lista?
-Hola, Gavi- le sonreí- lista para que me secuestres.
-Ojalá pudiera hacerlo- me vaciló.
-Ya quisieras...- le guiñé un ojo- qué pena que no puedas tenerme ni aún secuestrándome- bromeé, él tragó saliva y cambió de tema rápidamente.
-El taxi está ahí fuera, vamos- me hizo un gesto con la mano, a lo que yo le seguí.
Tardamos quince minutos en llegar al centro comercial más cercano. Era uno de los centros comerciales más grandes de Barcelona, por suerte no estaba muy lleno, de todos modos Gavi se había llevado una gorra por si empezaban a reconocerlo.
-¿Quién empieza eligiendo su traje?- preguntó.
-Tú, que seguro que vas más rápido.
-Eso ya se verá...
Nos dirigimos hacia una tienda de trajes de hombre en la que según me dijo Pablo, él ya había comprado varias veces.
No tardó ni quince minutos en elegir un traje e ir a probárselo a los probadores.
-Zoe- me llamó- ven.
Me dirigí con él a la zona donde se iba a probar la ropa.
-El probador es grande, entramos los dos- me dijo. ¿Qué me estaba proponiendo?
-Emmmm- pensé- yo me puedo esperar fuera, no te preocupes.
-No- negó- quiero que veas como me queda.
-Ya... pero no es plan de que te vea desnudo- esta conversación estaba tomando rumbos que no me gustaban.
-Gírate y cuando yo te avise me miras- propuso. Yo asentí.
Encendí mi móvil y me puse a ver los mensajes que tenía en WhatsApp. Eran de mi madre.
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Justo iba a contestarle cuando Pablo me llamó. Me giré para verle y al segundo me puse como un tomate. Tenía la camisa abierta.
-Pablo.
-Dime- ni siquiera me miraba, estaba pendiente a abrocharse los botones de la camisa.
No sabía qué decirle. Le quedaba bien.
-Te queda bien- me acerqué a él.
-Lo sé- levantó su mirada al abrocharse el último botón de la camisa y me miró fijamente. Se puso la chaqueta de traje y se miró al espejo- ¿qué te parece?
Se empezó a peinar el pelo, qué creído. Estaba muy guapo y él lo sabía.
-Pues...- no sabía cómo decirle que le quedaba genial sin parecer una obsesa- te queda bastante bien.
