Ya llevábamos un rato en el autobús. Todos estaban durmiendo, menos yo. No podía conciliar el sueño una vez que me despertaba, así que me puse a mirar el paisaje. Nos dirigíamos hacia uno de los aeropuertos de Barcelona, donde cogeríamos un avión para ir a Madrid. Estaba un poco nerviosa, no me gustaban las alturas, pero estaba acostumbrada a montar en avión.
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Por fin entramos en el avión después de una hora. Pablo se sentó al lado mío, como ya nos habían avisado los profesores en la reunión, en cambio, Ansu y Sonia se sentaron unas filas más hacia delante, también juntos.
-Te noto nerviosa- fue lo primero que me dijo Pablo al sentarse a mi lado. Notaba las ojeras que tenía de no haber descansado.
-Me dan un poco de miedo las alturas- no le mentí. Aunque por fuera se me veía más o menos tranquila, por dentro lo estaba pasando francamente mal. Aunque estaba acostumbrada a montar en avión, no podía evitar el ponerme de los nervios durante el trayecto. Yo era la típica persona que aún dándome miedo cosas como esta, luego me pasaba mi tiempo libre viendo vídeos como "Top 3 peores accidentes de avión".
En definitiva: o era masoquista o era gilipollas.-Ah- fue lo único que me respondió.
Cuando el avión empezó a moverse para ir a la pista de despegue empecé a temblar y noté como una mano cálida agarraba la mía. Era Pablo, me tenía cogida la mano y me daba caricias suaves con el pulgar en mi piel para tranquilizarme.
-Gracias- le susurré. Este tipo de gestos siempre los agradecía. Cuando me enteré de que iba a tener que ir en el avión con Gavi me enfadé, pero ahora mismo estaba más contenta. Cosas como esta no las hace cualquiera.
Durante el despegue, contuve la respiración y apreté con demasiada fuerza mi mano a la del sevillano. Él no dijo nada, ni siquiera se quejó o hizo algún sonido que indicase dolor.
Cuando ya el avión se estabilizó y sonó la alarma que indicaba que ya nos podíamos levantar, me disculpé.
-Perdón- quité suavemente mi mano de la suya. Estaba roja, había apretado con mucha fuerza.
-No te preocupes, es lo que hace un amigo- me respondió. ¿Amigo? Ojalá.
Le sonreí.
-Perdona por responderte ayer tan borde- me dio pena no haberle respondido ayer y que él no tuviese ningún rencor y me ayudase con mis miedos- estaba muy cansada.
Se rio.
-No pasa nada, mejor que no me respondieras, podría haber dicho cualquier tontería y luego haberme arrepentido.
-¿Por qué nunca cumples las reglas?- pregunté. Me mataba la curiosidad. Nos habían dejado bien claro que ayer nos debíamos acostar temprano y él fue a una fiesta (deduzco que se escapó).
-Me lo paso mejor, deberías probarlo a hacerlo alguna vez, señorita perfecta.
-Bueno, perdone usted, señorito ilegal, por no querer arriesgarme a que me regañen o a saber qué.
-Carpe díem- me respondió. Parecía listo y todo.
-¿Te gustan los tópicos literarios? No te creía yo así.
-¿Tanto te sorprende? Me gusta la lectura en general.
Vaya, eso sí que no me lo esperaba.
-A mí también- susurré. El día que fuimos a la librería es cierto que lo vi mirando a las estanterías, pero pensé que era por simple curiosidad. Miré por la ventana, estaba amaneciendo y se veía precioso- hala, voy a echarle una foto al cielo que se ve súper bonito- le dije.
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Adrenalina • Pablo Gavi
RomanceEnemies to lovers Fanfic con Pablo Gavi Tras llegar a La Masía con tan solo 11 años, Zoe es víctima de bullying por parte de uno de sus compañeros, conocido como Pablo Gavi, el chico más popular y guapo del lugar. Después de estar sufriendo este ac...