Capítulo 22- Un atardecer contigo🔞

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La vuelta a clases fue tal y como e esperaba: un aburrimiento.
Ya quedaba menos para que llegase fin de curso, y esa era mi única motivación para seguir yendo a clase. A finales de mayo, si todo iba bien y no suspendía ninguna asignatura, terminaríamos las clases y cada uno volvería a su ciudad para pasar el verano.

-Zoe Ibáñez- me regañó la profesora de historia, sacándome del ensoñamiento- ¿te has enterado de lo que estoy diciendo?- asentí, me temblaban las manos- pues entonces dime qué dinastía de zares estuvo vigente durante la Revolución Rusa.

-Rumanor- me susurró Pablo, que estaba a mi derecha.

-Rumanor- respondí, fiándome poco de mi compañero, pero sin otra opción.

-Mal- todo el mundo se rio. Me puse roja. Lo iba a matar.

-¿Mal? ¿Cómo que mal?- miré sorprendida a Pablo. En el fondo de mi cerebro sabía que no debía de haberme fiado de él, pero mi corazón había preferido hacerle caso y quedar en vergüenza delante de toda la clase.

-La respuesta correcta es "Romanov". Tienes un negativo- me regañó la profesora- os recuerdo que la suma de diez negativos es equivalente a un punto menos en la evaluación. Señorita Ibáñez, ya lleva tres.

Suspiré.

-Te lo había dicho bien- me susurró Pablo.

-Bien mal- dije con ironía.

-Que estés sorda no es mi problema- me picó.

-Ojalá estarlo para no escuchar lo que sueltas por la boca- le dije antes de levantarme para ir al cuarto de baño.

Cuando acabó la clase, Pablo se me acercó mientras recogía mis cosas y me susurró al oído:

-¿Ahora eres una chica mala o qué?, ya llevas tres negativos Zoológico, no conocía esta faceta tuya.

-Ni la vas a conocer, por mucho que te joda.

-Cierto, aquí el malo soy yo, ya lo sabes- me lanzó un beso.

Lo gracioso de todo esto, es que nadie sabía que Pablo y yo nos habíamos besado. De hecho, todos nuestros compañeros pensaban que nos llevábamos fatal todavía, aunque eso no estaba muy lejos de la realidad.

Tan solo llevábamos una semana de clases y estaba agotada. No había tenido tiempo para estar con Gavi, solo lo veía las horas que teníamos para hacer el proyecto de final de curso, y no es que hablásemos de mucho, íbamos muy atrasados, debíamos de entregar el trabajo como máximo en abril y todavía nos quedaba más de la mitad.

Con mis amigas tampoco hablaba. Ellas estaban muy estresadas con las tareas, además de que estaban apuntadas a inglés extraescolar para sacarse el B2.

~10 de febrero~

Mi móvil vibró, despertándome así de la siesta que me estaba echando.

Mi móvil vibró, despertándome así de la siesta que me estaba echando

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⏰ Última actualización: May 12 ⏰

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Adrenalina • Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora