Kühn ©

Capítulo 15

Geni:

— ¿Contentos? — exclama Sen mirándonos con los ojos entrecerrados.

— Chiiiiii — Hyodou y yo sonreímos.

Saito y Ryo se ríen ante la situación, graciosa desde su perspectiva.

— Genial porque mi bolsillo no — se queja Sen mostrándonos su cartera vacía.

— Te jodes, eso te pasa por tocar las cosas de los demás — le responde Ryo ante su queja.

— No vuelvas a tocar mi ordenador — le advierte Hyodou.

— Mientras no te enteres — murmura Sen mirando hacia otro lado.

Lo único malo para mi amigo ha sido que en ese momento como todos estábamos en silencio le hemos oído perfectamente y ante su comentario se ha ganado una mirada dura de Hyo.

— Lo bueno es que son buenos ordenadores y han salido a un buen precio — comenta Ryo.

— Si menuda ganga — ironiza Sen pestañeando exagerado.

— A ver — Saito se pone en medio — exactamente ¿Qué paso?

— Que ese idiota me rompió el portátil.

— Bueno, técnicamente — Sen carraspea su garganta — explotó.

Hace cara de inocente y la verdad que está poniendo en peligro su existencia ya que Hyodou lo asesina con la mirada y cuando él se enfada mejor huye.

— ¡Ooohhhhh!

Sen gira su cabeza hacia los tres y nos mira con los ojos abiertos dando a entender: Callaros

— Así que ese BOOM fue — hacemos una pausa — Aaahhhhh.

Decimos: Aaahhh como si nos hubieran iluminado dándonos la respuesta.

— Callaros ya— su queja hace el efecto contrario y provoca nuestrascarcajadas.

Que buenos amigos que somos.

— Me sacáis de quicio.

— Tú también — contestamos todos a la vez con una sonrisa.

***

— Buenos días Geni, ven a la agencia con nosotros — Takeshi sujeta una tostada que hay sobre la encimera de la cocina de su casa.

— De acuerdo, ahora mismo me cambio — cojo varias tostadas que ya están preparadas y me voy corriendo a mi cuarto.

— Eeehhhh ¿y mis tostadas? — escucho como Sen se queja — ¿Quién se ha llevado mis tostadas?

— Calla y come — diviso la voz de Hyodou.

— Pero mis tosta...

— Chicos — les llama la atención con cansancio Takeshi.

Me visto rápido y me voy con los chicos de camino a la central.

— No me puedo creer que mi equipo me falte el respeto comiéndose mi comida.

— Madre mía ¿Aún estas con el tema de las tostadas? — Saito niega con la cabeza.

— Supéralo hombre — Hyodou rueda sus ojos.

— Averiguaré quien ha sido.

— Buena suerte — le animo dándole una palmada en la espalda.

— Eres la única que me apoya — declara apoyando su cabeza en mi hombro.

Todos nos miramos entre nosotros y nos reímos dejándolo desconcertado.