Kühn ©

Capítulo 27

Geni:

Haruka se va dejándome tan caliente que no sé ni como apagar este calor que siento.

Miro entre la oscuridad y aprovecho a ponerme de pie para seguirlo, pero al sentir una mano sobre mi hombro doy un respiro dejando un grito a medias ya que esa misma mano cubre mi boca para que nadie nos oiga.

— Sígueme — tiro mi cabeza hacia atrás y de inmediato veo sus ojos verdes intensos.

— Si me quieres matar — me giro hacia él — vas por el buen camino.

Sus ojos brillan con intensidad y me abraza con una sonrisa rodeando mi cuerpo con sus brazos tirando mi espalda contra su pecho haciéndome sentir sus labios sobre mi cuello.

— No me puedo controlar si te tengo cerca — susurra en mi oído.

— ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!

Me giro hacia Kobe y no necesitamos decirnos nada para salir del cuarto junto los chicos para ver que está sucediendo, pero cuando veo como Nick, Andrew y Daniel golpean a Haruka sin escrúpulos mi pecho se encoge.

— Acaba con él.

Espeto un grito de horror y trato de correr hacia él, pero Brady me detiene al mismo tiempo que Ethan, Chris, Kobe y Luke van directos a la pelea de puño limpio contra Haruka.

— Suéltame — suplico mientras Jason trata de tranquilizarme — por favor.

— No puedes hacer nada.

Los ojos de ese sinvergüenza tienen un brillo de satisfacción que me enferma.

— ¡Niiiick! — grito su nombre y este ladea su cabeza con el mentón en alto hacia mi dirección con una sonrisa indicándome con sus dedos que vaya a por él — suéltame, que ahora mismo lo mando a... suéltame.

Aprieto mis puños y al instante me arrepiento porque mi dolor me hace recordar que mi mano izquierda me palpita del daño que me he hecho, pero mi mano derecha está libre y si...

— ¡Ven! — extiende sus brazos todo altivo mientras me mira fijamente.

Me zafo del agarre de Brady y Jason y bajo las escaleras con mi atención en él, sintiendo el aire por todo mi cuerpo mientras me abro camino hasta quedar finalmente cara a cara con él.

— Te estaba esperando.

— Pues aquí me tienes.

Me lanza un puñetazo y lo esquivo a tiempo para darle un rodillazo. Él retrocede sin apartar sus ojos de mí cuando toma impulso y me tira al suelo con él encima, para tratar de agarrar mis muñecas e inclinar su cabeza hacia mí con una sonrisa de victoria.

— Ya eres mía — sus labios están muy cerca de los míos y giro la cabeza apropósito — siempre has sido tan escurridiza — suelta un suspiro — pero...

Kobe y Haruka tiran su cuerpo hacia atrás con tanta brusquedad que sale volando.

— No sabéis las ganas que tengo de quitaros de en medio — musita el muy imbécil.

— Te voy a dar una mala noticia — espeta Kobe mirando a Haruka con una sonrisa — juntos, nosotros — se señala a ambos — somos invencibles.

— Eso tendré que verlo.

La tensión aumenta y en cuanto pestañeo los tres empiezan a correr para combatir con brutalidad cuerpo a cuerpo seriamente hasta que de pronto siento una fuerza abrumadora que me obliga a caer de rodillas al suelo y me deja por unos segundos en blanco.

Inconscientemente, mi cabeza se va hacia atrás mientras mi cuerpo cae rendido al suelo como los demás ante la presión que nos doblega hasta que esta empieza a disiparse.