Ya estaban descansados, el dia anterior pasaron invirtieron unas buenas horas en hablar con el niño, entre ellos, y ponerse al dia de todo, aunque no pudieron terminar ya que no paso mucho para que se rindieran al cansancio, quedando en un profundo sueño.
El primero en despertar fue Fargan; tenía mas horas de sueño que los demás, se levantó, y se puso a buscar algo para cambiarse, estaba mas sucio que un puerco, a sus propios ojos.
Fue a la habitación de Vegetta y se puso a buscar ropa, no se sorprendió cuando la mayoría de la ropa era de color morado, o sus variantes, a sus ojos no era real fan de ese color, ya que según él, los colores cafes o beige le quedaban mejor, por sus alas, pelo, y ojos; nunca le perecio que eran la gran combinación, pero, ahora mismo, preferia eso, a tener que estar todo sucio.
Se vistio con una camisa de manga corta, morada claro, y pantalones negros, no muy llamativo; debia admitir que le gusto.
Bajo y se dio cuenta de que, tardo demasiado eligiendo.
Rubius habia despertado, a diferencia de ayer, no estaba tan contento está vez, todo lo contrario, se veía decaído y algo cansado, cosa que Fargan no pudo evitar notar.
Se acerco a el cuidadosamente, y se agacho para estar a su altura.
- ¿Rubius? - lo llamo con curiosidad, lo cual saco a el chico del tren de pensamientos; en el que parecia haberse sumergido.
- ¿Eh? - lo volteo a ver despué de su llamado, ya que, aún con la clara voz, simplemente no pudo diferenciarla de cualquier otra voz de sus amigos - oh, Fargan, oye~ te ves bien eh~ - soltó una risa sin mucha energia, aunque descanso toda la noche.
-.... ¿Te encuentras bien? - y con solo esas palabras logró desaparecer la sonrisa anterior de el oso, que ahora la remplazo por una mirada sombria.
-...yo.... - sintió un nudo en la gargata, y suspiro para intentar desaparecerlo -... yo estaba con.... Antes.... Alexby... Quackity.....Vegetta..... Mangel... y... cerre la puerta... casa de luzu.... llegó...
-... espera, espera, no te estoy entendiendo, si quieres tomate un momento para pensar y después me dices, ¿Ok?
-.... - acintió, no se habia dado cuenta de que su nudo en la garganta le hizo comerse varias palabras, por lo que primero intentaria calmarse.
Unos momentos después, en los que, además de que Fargan se llevara a Rubius lejos de los demas para no despertarlos, no pasara nada interesante, el ojiverde por fin logro aclarar sus ideas.
- bien.. cuentame - hablo sentado frente suyo.
- pues.. mira, yo estaba con Vegetta, Quackity, Alexby y Mangel, en casa de Quackity, pero... yo y vegetta tuvimos una... discusión.... y.... yo me fuí de la casa, junto a Mangel... realmente... no se si esten bien... pero me da miedo...
-.... ¿Qué te da miedo?
-... ¿Y si están mal?.. ¿Qué tal si aún no me perdonan?
-... - suspira - Rubius tranquilo, es más, ¿qué tal si vamos a ver? Me gustaría verlos.
-... Amm...si supongo que está bien... - apareció una pequeña sonrisa.
Unos momentos después, los demás chicos habían despertado, ambos híbridos comentaron su idea de ir a ver a los demas, los demás estuvieron de acuerdo sin dudarlo, entonces, después de prepararse Fargan cargo al niño y todos se fueron hacia la casa de Quackity.
Estaban preparados para atacar o bueno, escapar mejor dicho, de cualquier monstruo, pero de una manera muy extraña, eso jamás paso, no fueron atacados por ninguno y prácticamente actuaron como si no existieran.
Llegaron a casa de Quackity pero no vieron nada, lo cual les extraño.
-.. ¿Y ahora donde están?
- ¿Habrán ido a otra cosa? - Mangel y Rubius se miraron.
- o, entraron aquí - hablo Juan apuntando a la mina.
- tal vez - se encogió de hombros.
- ¿Vamos?
-...no lo sé... - hablo nervioso.
- ¿Qué paso Rubius? ¿Miedo? - hablo burlón.
- cierra la boca Fargan, vamos a ver si están aquí - y así como si nada entro bajando unos escalones para después voltear a ver a sus amigos esperando que alguien lo acompañe.
- me quedaré aquí para cuidar a Titi y a Juan.
- oye, yo quiero ir.
- una lástima, estás mal y ahí no se sabe que puede haber, te quedas.
- ¿Ahora eres madre de Juan Mangel? - hablo el oso con una risita.
- ay, bueno, ¿Por qué no?
- ¡No! - grito ocultándose atrás de él niño lo que saco una risa de todos los mayores y una carita; muy tierna, de confusión por parte de el niño.
- bueno, bueno, ya, vamos yo y Rubius, por lo demás, ustedes se quedan, ¿vale?
- ¡Fargan no me dejes!
- vamos Juan, déjalo ir mi niño - hablo con un tono burlón pero con una mirada de madre, mientras se acercó a él y tomo sus hombros firmemente jalandolo hacia atrás, ya que el chico había intentado ir con los otros dos, lo cual solo asusto más al chico por quedarse con, quién el consideraba, un loco.
Pero eso poco les importó a los otros dos, porque igualmente ignorando sus súplicas se fueron hacia a dentro de la mina.
Caminaban tranquilamente, bajando con cautela pero calma a la vez, hablaban de la vida ambos con armas en la mano hasta que escucharon un ruido que los puso rígidos, acomodaron sus armas, colocándose en posición de defensa, Rubius abajo y Fargan arriba.
Pasos se escuchaban, y eran muchos, parecían pesados como si les costará subir, por cansancio o porque son demasiado pesados, pero algo le hizo a Rubius bajar el arma, su instinto, no estaba actuando para avisarle de un peligro, de hecho, ni siquiera estaba reaccionando a los pasos, tenía que admitir, aveces por el estrés, el pánico, la adrenalina u otras cosas, llegaba a ignorar ese instinto, pero ahora que estaba algo más calmado era imposible no sentirlo, al mirar a Fargan parece que logro ver algo, por sus ojos abiertos en total sorpresa, su arma baja y que empezó a correr hacia abajo casi cayendo, confiando en los ojos con lentes de visión nocturna, cómo el los llamaba, corrió atrás de él rápidamente.
Iba bajando colocando antorchas, ya que en un lapso entre que vio la cueva y ahora habían desaparecido, lo cual podía ser lógico, ya que había pasando un día y medio, o eso era lo que le decía su percepción de el tiempo; que tampoco era muy buena.
Mientras más iluminaba unas siluetas se hacían visibles, hasta que sus orejas se movieron al escuchar un grito.
ESTÁS LEYENDO
Apocalipsis [Karmaland 5]
De Todo-joe' macho, ¿cuánto van a tardar?-pregunto Vegetta arto de que estén retrasando el evento, avían sido avisados hace ya una hora y todavía no estaban. -que pesao'... ya te dije que no lo sé..-Rubius por su parte era el único que estaba ahí por lo qu...