THIRTY FOUR

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CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO - MALDITA SEA, ES BRUTAL AQUÍ

Algunos podían escuchar los gritos de los Bridgerton desde millas de distancia, los hermanos en una discusión completamente venenosa menos Daphne, ya que, como era de esperar, ella se había ido a su nueva y maravillosa aventura con su esposo. Calista le había advertido que el viaje en barco sería duro pero que al final valdría la pena, finalmente conseguiría visitar el país de su esposo y quedarse allí para formar una familia. Un día, ella podría incluso convertirse en Reina, todo fue muy emocionante.

No, eso no es sobre lo que los hermanos estaban discutiendo hoy, había una mezcla en los temas encantados que los habían irritado a todos. En primer lugar, el hecho de que Colin finalmente le había anunciado a la familia que se casaría con Marina Thompson. A decir verdad, Calsita pensó que podría haber endulzado a su madre primero con tal vez una copa de vino y un bollo, pero había anunciado en la mesa del desayuno que se casaría con la chica lo antes posible.

Se había golpeado suavemente la cabeza contra la mesa frente a ella para llamar la atención, ya que su madre estaba atónita con la noticia, ni un poco complacida.

–Esto es una noticia. ¿Qué estás pensando?– preguntó Violet.

–Mamá, nos amamos–. Él había respondido tan claramente como pudo. Se había enamorado de sus encantos y su brillante personalidad. Habría esperado más tiempo para cortejarla, pero necesitaban casarse ahora.

–Por el amor de Dios.

–Mamá, creo que deberías dejar que se casen lo más rápido posible. Amor joven y todo eso–. Calista había levantado la cabeza de la mesa y le sonrió ampliamente a su madre. Anthony y Benedict miraron a su hermana con una mirada maliciosa, qué sabía ella que los demás no.

–Gregory, Hynacith, Fran, arriba ahora–. Anthony ordenó a sus hermanos menores.

–Aquí vamos, abróchense los cinturones muchachos–. Calista murmuró, un poco cansada ya que había llorado hasta quedarse dormida la noche anterior, optando por regresar a casa con su madre y sus hermanos por el momento. Sus ojos estaban menos hinchados y rojos ya que había cubierto su estado depresivo con maquillaje.

–Calista, ¿tú sabías de esto? No, no te casas hasta que termine la temporada social– había ordenado Violet, no era frecuente que fuera asertiva con estas cosas.

–Bueno, tienes que dejar que me case con ella, ya que ya está empezando a mostrarse. No puede ocultarlo por mucho más tiempo–. Colin estalló, diciéndole a su familia cómo fue. Su madre estaba siendo incómoda considerando que la temporada social casi había terminado.

Anthony frunció el ceño y Benedict soltó una sonora carcajada divertida. Durante años, su madre había estado preocupada por Anthony y por él mismo y, sin embargo, era Colin quien practicaba sexo sin protección.

–¿Voy a ser abuela?

–No– Colin había comenzado a explicar pero Calista lo había silenciado, asegurándose de tomar el control de la situación nuevamente. –Sí, lo seras. ¿No es una noticia maravillosa? Por fin tu primer nieto, mamá.

–¿Por qué diablos no nos dijiste?– preguntó Anthony. Estaba sorprendido de que su hermano nunca le dijera, un poco decepcionado.

–Oh, por favor, como si pudieras hablar. Mamá, tu encantador Anthony está cortejando a la Princesa Augusta en secreto y eso no es todo. Ella quiere casarse con Anthony y convertirlo en el maldito Rey. Qué escándalo absoluto–. Benedict espetó mientras Anthony miraba a su hermano con ojos suplicantes.

–Anthony Bridgerton–. Su madre habló humildemente, ¿conocía a alguno de sus hijos?

–Mamá, ¿ni siquiera vamos a cuestionar el regreso de Calista? Whistledown probablemente esté a un paso de informar que Simon se fue de la ciudad esta mañana sin ella.

–Oh, sí, eso es lo que hay que hacer. Quítate el calor y ponlo todo sobre mí. Puedo manejar a Whistledown, ¿cuándo he dejado que me moleste antes?– Calista miró a su hermano mayor.

–Sí, solo consigue que el precioso Arthur te cubra las cosas. ¿Es esto lo que harás con todo? ¿Correr hacia Arthur?– Anthony puso los ojos en blanco. Los hermanos no se estaban conteniendo hoy.

–Ni siquiera traigamos a Arthur, ¿no es así? Él se encargó de la situación de Berbrooke y lo hizo muy bien. Fue mejor que tú en sugerir un duelo–. Argumentó Calista. Podía depender de Arthur, siempre podía. El vínculo entre ellos nunca se rompería, ella una vez lo había llamado su alma gemela, pero esa relación se había convertido en amigos de por vida. Anthony se olvidó rápidamente de que Calista a menudo resolvía problemas en la familia, a menudo también los creaba, como le gustaba señalar.

–No me digas que hiciste que Arthur matara a ese hombre–. Violet jadeó.

–Mamá, ¿podrías mirar el panorama general, por favor? Daphne es una maldita princesa, creo que deberías agradecerle a Arthur–, respondió Calista.

–¿Incluso conozco a alguno de mis hijos?– Violet se sentó en el asiento junto a la chimenea, pensando en lo reservados que se volvieron sus hijos. Debería haberlo esperado, eran personalidades muy audaces, lo cual no era algo malo. Ella amaba a todos sus hijos, a veces solo deseaba que todavía la necesitaran.

–Mamá, esta es la verdad. Marina está embarazada de un niño que no es de Colin, pero se aman de todos modos, así que tendrás que aceptarlo, lidiar con eso y tratar al bebé con respeto y amor. Anthony, anímate. Encontré una mujer, una buena en eso, que quiere que participes en los deberes reales. Cásate con ella por el amor de Dios si la amas. Vuelvo a vivir aquí porque mi matrimonio con mi esposo se está desmoronando lentamente hasta quedar en nada. Él nunca quiere tener hijos. Y ahora, todo está jodido en el aire. Tener un descanso será bueno para nosotros–. Calista se puso de pie, sin aliento porque estaba muy enojada, no podía culpar a nadie más, estaba enojada consigo misma.

Había regresado a casa hace dos noches, sin una lágrima a la vista mientras estaba lista para fingir que todo era normal. Su familia notó que ella no había hablado de Simon, Calista estaba haciendo todo lo posible para no pensar en su matrimonio fallido. Alguien llamó a la puerta cuando Humbolt entró con un Lord Ramsey detrás de él.

–¿Estás lista para el almuerzo, Cal?

–Sí, solo déjame agarrar mi abrigo–. Ella sonrió mientras se levantaba y toda su familia la miró.

–Oh, maldita sea, por favor contengan la testosterona en esta habitación. No soy su maldita amante–. espetó, saliendo de la habitación.

A/N

Esto es APRESURADO.

Espero que lo disfruten amores x

CALISTA - TRADUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora