Quince ⟨Sacrilegios⟩

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PARTE 2

NARRADOR

Esa misma noche, después de la cena, la neblina se disipó, y en su lugar espesas y oscuras nubes tormentosas cubrieron el panorama, escondiendo tras su manto a la brillante luna, apagando el resplandor que dejaba caer sobre las copas de los árboles, el viento se paseaba con más fuerza, trayendo el aroma de la tierra mojada, el frío se convirtió en un frío húmedo y decadente.

Había una llovizna, aun no se soltaba con toda su fuerza, dentro del comedor, los internos comenzaron a salir

— Ay no... — Nanon observó el cielo al salir del lugar, la vista lo puso nervioso, no quería que comenzaran a sonar los truenos — Vámonos rápido.

— ¿Qué es lo que pasa? — preguntó Perth.

Ohm venía detrás de ellos, él quería detenerse a explicarle a Perth que Nanon tenía miedo de los truenos, pero el padre Duan lo apresuró empujándolo por la espalda, ellos se fueron y Nanon se volteó hacia Perth.

— No me gusta cuando llueve.

— ¿Por qué no?, es un clima hermoso — respondió Perth, no muy seguro de que ese fuera el problema

— ...Me da miedo el sonido de los truenos, no puedo explicar porque, solo no lo controlo — Nanon habló con algo de pena.

— Dios, lo hubieras dicho corramos entonces — Chimon tomó a Nanon del brazo y salió corriendo hacia su edificio, Perth detrás de ellos.

Ohm miró hacia atrás, por el sendero hacia la puerta en ese instante, vio como Chimon corría con Nanon del brazo, el chico parecía realmente intranquilo, sintió ganas de acallar al cielo par que eso no asustara a Nanon.

Ohm llegó junto con su amado padre a su lugar, al llegar la lluvia comenzó ahora más fuerte y había relámpagos estallando en luces ultravioleta, después vinieron sonidos fuertes que retumbaban en el suelo y en sus propios oídos

Se preocupó en seguida, porque él sabía lo que era, justo como la sangre hacía con él.

Su amado padre salió de la pequeña cocina, con dos tazas de té.

— Vamos a dormir temprano hoy — le dijo, entregándole una de las tazas — Vaya clima... Dicen que estará así toda la semana.

— ¿Toda la semana? — dijo preocupado, él tomó la taza y bebió el líquido caliente con sabor a manzanilla

— Incluso el fin de semana — el hombre seguía bebiendo de su taza, estaban aun de pie en la sala de estar

— Hay muchos truenos...

— ¿Te molestan los truenos?

— A mí no...

El hombre terminó su taza y le quitó a Ohm la suya de la mano.

— Anda, vamos a ponernos ropa de cama Ohm.

— Ahora subo para su rutina amado padre.

— Oh... No hijo, hoy no será necesario.

Ohm se preguntaba como estaría Nanon en ese momento, y como iba a llevarlo si el resto de la semana el clima continuaba así, pero después otra duda capto su atención

— ¿Por qué no, amado padre?

— Estoy cansado hijo, quiero ir directo a la cama, y deberías hacer lo mismo.

Dicho esto, el padre subió a su alcoba, Ohm hizo lo mismo, se vistió con su pijama rayada y se hinco en el suelo, comenzó a orar y dar las gracias por su día, también quería hablar un momento con Dios de ciertas cosas que estaba... Sintiendo.

La sinfonía de lo divino  || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora