NARRADOR
En Roma
— Amado padre...— Vaaz comenzó, malhumorando más al hombre ante el apodo — Hay algo que debe oír, sobre Pawat y Korapat.
La respiración del hombre pareció detenerse por algunos segundos, unos fugaces, porque la parte irracional de sí mismo tembló ante las ideas que pasaron por su cabeza al escuchar aquellos dos apellidos
Hubo silencio
— Amado pa...?
— Habla de una vez — dijo el hombre, su tono era hostil y esto ya no era un juego.
Vaaz pudo percibir el cambio en su voz por la sensación que llegó a su estómago, tragó saliva para comenzar a hablar...
Le contó todo, al menos todo lo que él sabía, lo que había visto, le habló de los toques de manos, los mensajes en el teléfono, le dijo que Nanon estaba en 'su' lugar con Ohm esa misma noche, le contó de los almuerzos que pasaban juntos, le dijo que por alguna razón Ohm ya no dirigía las oraciones, no lo cubría en las juntas matinales, no asistía a las reuniones sabatinas...
La rabia crecía dentro del padre, se comenzó a sentir hecho a un lado, allá en su delirio, en su mente... Estaban pasando por encima de su 'autoridad' de su derecho... De su propiedad. Colgó el teléfono sin esperar a que Vaaz terminara su relato, ya lo podría llamar luego.
Y ahora en definitiva tenía asuntos que tratar con el padre Ward.
Sintió la presión llegar a su cabeza, arrugó su entrecejo y cerró los ojos, entró en una catarsis en ese momento, apretó los dientes y de un movimiento brusco, se levantó de la silla donde estaba sentado, tirando cada una de las cosas que había en la mesa en el proceso, el hombre sujetaba su cabeza.
Su mente completamente podrida, el dolor en sus cienes se asemejaba al de su corazón, se hincó en el suelo, su vista nublada y de repente, sus ojos se quedaron quietos, mirando en una sola dirección...
— Ven... — comenzó a murmurar, un cambio en su tono de voz que esta vez se tornaba dulce y apaciguado — Como te extrañé pequeño... — su voz era un poco más aguda
Se quedó ahí murmurando cosas sin sentido, diciéndolas al aire, como si hubiera alguien acompañándolo
Y como cada vez que entraba en ese estado, buscó su libreta... Y comenzó a escribir.
[...]
Internado San Javier
6 am del lunes
Ohm abrió los ojos con lentitud, observó hacia la ventana de su habitación, la poca luz que entraba por entre las cortinas lo hizo saber que estaba amaneciendo, quiso estirarse, pero enseguida notó que había peso sobre su pecho
Volteó su rostro hacia abajo, la punta de su nariz tocó un poco de suave cabello alborotado, y enseguida recordó los eventos de la noche pasada...
Fueron como flashazos en su mente, había dos cuerpos en la cama, los cubría una estela de luz plateada, había calma, había calidez, eran Nanon y él.
Ohm estiró un poco el cuello para observar mejor el rostro del chico dormido sobre su pecho, acomodándose un poco, con cuidado de no moverse muy bruscamente para no despertarlo.
Cuando estuvo medio sentado, recargado en sus almohadas, se tomó su tiempo para observarlo.
Nanon tenía una de sus manos recargada en el pecho de Ohm, apretada en un pequeño puño, a veces sus dedos se movían un poco, con cada pequeño suspiro que daba entre sueños.
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La sinfonía de lo divino || OhmNanon
FanfictionUn internado católico, donde Nanon es obligado a entregar su vida a la religión y Ohm es el protegido del padre superior. ''Nunca hubo dos almas más destinadas a encontrarse'' ADAPTACIÓN • Adaptación autorizada. • Una obra original de @redinkwitch ...