Veintisiete ⟨Mandamientos⟩

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NARRADOR


— Al fin llegas — Chimon estaba colocando almohadas en el suelo, las había tomado de los sillones, Ohm no le dio permiso, pero igual no lo necesitaba, él solo quería armar un espacio cómodo.

Nanon entraba en la habitación, llegando apenas, venía de su propio cuarto, pasó por ahí para ponerse su pijama, y traer consigo su almohada y una manta.

— ¿Cómo estuvo la tortura con el idiota de Vaaz? — Chimon ahora extendía una de las mantas sobre otra más, para que quedara lo más acolchado posible.

— Hoy casi no fue un completo idiota — dijo Nanon — Así que, bien, supongo.

Perth solo se dedicaba a buscar entre la mochila que había traído, pues tenía algunas cosas que podían usar para divertirse

Ohm observaba todo desde de su cama, sentado con las piernas cruzadas en medio del mullido colchón, su pijama rayada puesta y sus cabellos un poco húmedos aún, pues se había dado una pequeña ducha antes de vestirse, estaba impaciente, pero no quería que se notase mucho, por eso mismo no hablaba demasiado desde que llegaron.

Cuando terminaron de acomodar, los cuatro se sentaron en el suelo, sobre las mantas, formando un círculo, pies descalzos y sus pijamas puestas

Un buen rato de charlas sin importancia pasó, en lo que Chimon sacaba de su mochila varias bolsas de frituras, galletas, y otros dulces, que, por supuesto había traído de donde May y que, por supuesto aún no había pagado, y seguramente lo haría hasta que sus padres pusieran dinero en su cuenta el mes entrante de nuevo.

Ellos comieron despreocupadamente, llenando su sistema de azúcar y harina

— Mis favoritas son las galletas de limón — Perth dijo, mientras masticaba una de ellas.

— Eres el único en el mundo que diría eso a propósito — Chimon se burló — Raro — dijo después, para molestarlo.

— Lo dice el rey del arroz con leche.

Ohm y Nanon reían ante cada pelea del par de chicos frente a ellos.

— Muy bien — Nanon comenzó, después de un buen rato — ¿Qué es lo primero que haremos?

— ¿Qué es lo primero que hacían en sus pijamadas? — Perth preguntó.

Los chicos pensaron un poco.

— La cena es primero — respondió Chimon — Y después mm... ¿juegos?

— ¿Qué tipo de juegos? — Ohm quería saber.

— Bueno, yo tengo uno — Pertg masticó la última de sus galletas de chocolate que había en su bolsa y después sacudió sus manos para tomar algo de adentro de su mochila.

Sacó un mazo de cartas.

— ¿Cartas? — Chimon comenzó — Esperas que juguemos ¿póker? ¿o algo así?

— ¿Es ese tipo de pijamada? — se burló Nanon.

— Esperen, un poco — Perth se dirigió a Ohm — Amigo ¿crees que puedas traer alcohol?

Ohm hizo un sonido de comprensión cuando vio que Perth le hablaba a él, asintió con la cabeza pensándolo un poco, sabía dónde estaba, así que podía traer una de las pequeñas botellas, se levantó de las mantas y fue a la planta baja hacia el estudio del padre Duan.

Abrió el gabinete ya conocido y sacó una de las botellas, la que le pareció más pequeña, que además estaba a la mitad, la encontró un poco al fondo del pequeño ligar, tenía un poco de polvo, por lo que pensó que probablemente no la echaría de menos.

La sinfonía de lo divino  || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora