[Nando x Leo] Amor Entre Épocas

Bajo el muérdago

Una de las épocas más especiales y esperadas por los niños, para los adultos era un momento familiar. El pueblo cubierto de un hermoso blanco, los vidrios escarchados, las goteras y filtraciones se volvieron hielo.
La gente finalizando las compras desde temprano, decoraciones con guirnaldas navideñas, luces de colores y el gran árbol de navidad en la plaza central.

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Víspera de navidad...

1 PM...

La panadería San Juan, se encontraba cerrada tras varias semanas de duro trabajo, incluidos los fantasmas.

Teodora aparecía cada cinco minutos, enseñando a los hermanos y la pelinegra, las opciones de vestuario para la cena de navidad. Leo se quedó dormido en el suelo, apoyando la cabeza en el respaldo de la cama y un libro tapando su rostro.

T:¿Que opinan?.-pregunto enseñando su quinceavo vestido, modelando frente un espejo.-

N: es lindo, deberías ir con ese. -algo mareado de tantas tonalidades de rosas.-

T:¡NO PUEDE SER!.-grito escandalosamente, despertando a Leo.-

L:¿¡Q-Que paso!?.-mirando a todos lados, dándose cuenta que Teodora miraba aquellos hilos sueltos en las mangas.- ¿Es enserio Teo?.

T:¿¡O sea no ves la gravedad del asunto!?.-molesta, dirigiéndose a Xochitl para que lo arregle.- ¡Siento interrumpir tu sueño de belleza, pero esto es más importante!.

Leo rodó los ojos, tapándose con el chaleco, Nando quitó el libro de su cabeza, riéndose con burla.

X: ay ya tranquila, solo tengo que cortar el hilo y podrás llevarlo. -sujeto la mano de la pelirroja, seguido de una tijera.- Lo ves, cómo nuevo.

L: está helando. -susurro, abrazado a si mismo.-

Xochitl intento avivar las llamas de la chimenea, el ex-realista noto la insuficiencia de leña para sobrellevar las tormentas de nieve que se aproximaba.

N: voy a salir por más troncos. -comento en busca de su abrigo.- ¿Vas a acompañarme chisguete o continuas tu sueño de belleza?.-haciendo enojar al menor, quien se preparó.-

L:¿Podrían avisarle a la abuela que salimos?, No quiero preocuparla. -desde la puerta de entrada, pregunto ojeando a ambas concentradas en los vestidos.-

X:¡Vayan con cuidado!.-agrego, trabando la puerta con seguro, en caso que las corrientes de aire la abrieran.-

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Leo sujetaba a su hermano del brazo, manteniéndose cerca. Las luces yacían encendidas, iluminando las avenidas de diversos tonos de amarillo, rojo, verde y naranja.

L: es muy hermoso, ¿No crees?.-mirando a su alrededor, cubriendo su boca con la bufanda.-

N: si, demasiado. -sonriendo de lado.-

Una ráfaga de viento, hizo que ambos se mantuvieran abrazados, las nubes mostraban de color oscuro, los locales se hallaban cerrados y en las puertas un cartel "Cerrado hasta nuevo aviso".

Lograron llegar a las montañas, sintiendo las piernas temblorosas y las manos a punto de quebrarse, Nando insistía en forzar el cuerpo para cortar los troncos.
Leo recogía algunas ramas gruesas, perdiendo la visión del pueblo.

L:¡Nando, tenemos que volver!.-grito, tomando todo lo que podía.- ¡El clima está empeorando!.

N:¿¡Que!?.-sus oídos congelados le impedían oírlo, solo veía el movimiento de sus labios, seguido de los tirones en el brazo.- ¡¡Tenemos que salir de aquí!!.