[Nando x Leo] Amor Entre Épocas

De regreso [AU]

El reloj marco las 9 PM, aquel lugar se encontraba en penumbras y rodeada de silencio algo que Leo decidió ignorar, ya que la presencia de su mayor en la casa era muy ruidosa.

Exhausto de volver de una nueva misión se dirigió a la habitación a paso lento. Al ingresar noto la ausencia de su hermano y simplemente se dispuso a descansar un rato dejando su libro de viajes en la mesa de luz. Acomodandose en la cama aún con la ropa puesta, notando la brisa cálida proveniente de la ventana. Más tarde se preocuparía por cambiarse y cerrar el vidrio, pero en esos momentos no le importaba.

Cerrando los ojos e intentando dormir y relajarse. Aunque antes de quedarse dormido, sentía como una mano un tanto áspera acaricio su rostro seguido de su cabello.

L: déjame en paz, Fernando... -gruño, pero este no se alejo, riendo por lo bajo, continuo acercándose a sus labios.-

Era oficial, no podría dormir con la bestia cachonda que tenía como hermano mayor y novio. Ambas respiraciones se mezclaron, el mayor lamió suavemente sus labios, sintiendo como las mejillas del contrario arder.

N: no te Vi hace mucho.. y estoy con ganas~.

Finalizo, uniendo sus labios lentamente, subiéndose encima de el. Leo se separó, rozando sus labios con la punta de sus dedos y sonriendo de forma coqueta.

L: está bien~ solo porque.. también lo estoy~.

Nando alejo su mano, unidos por un beso salvaje, empezaron a retirar las prendas de ropa, dejándolas caer sobre el suelo. Ambos se encontraban desnudos, el menor sobre el regazo del mayor, besándose de forma suave y apasionada.

L: aah~.

Leo se separaba, dejando escapar varios jadeos bajos, sintiendo como su miembro lo rozaba en su trasero, acto que Nando se tumbó en la cama con su hermano debajo de el, marcando su cuello, oyendo sus gimoteos. Aferrado a la sábana, jadeando por las mordidas y chupones que dejaba sobre su cuerpo.

Nando se detuvo frente a su miembro, frotándolo lentamente de arriba a abajo, oyendo sus respiraciones agitadas al igual que sus gemidos.

N:¿Te gusta, verdad?~.

Pregunto con cierto morbo en su voz haciendo ruborizar al menor, quien apretando las sábanas gemía cada vez más alto, ante la rapidez en sus movimientos.

L: aahh~ s-si~. -colocando una de sus piernas en su hombro, mordiendo sus muslos, aceleró el ritmo.- Aaahh~ m-me corro aahh~.

Gimió corriendose en su mano, observando al mayor sonreírle pervertida mente acercándose a él, mientras lamía sus dedos.

N: extrañaba esto~. -acercó los dedos a la boca del castaño, quien los lamía hasta quedar bastante húmedos.-

Los retiró, posicionando los dedos en su entrada, haciendo movimientos de tijeras y al colocar el tercero de manera circular.

Retirándolos, posicionando su miembro, Leo enredo los brazos en su espalda, besando a Nando. Cayendo sobre la almohada, el mayor dió una entoscada algo brusca.

L: aahh~.

Arqueo la espalda, dejando leves marcas en la espalda del contrario. El ex-realista mordía su cuerpo moviéndose de forma suave, obligándose a si mismo de embestirlo lento y disfrutar el momento.

N:¿Q-quieres más?~ mgh~.

L: s-siii~ aah~.

Las suaves embestidas, se tornaron más profundas, el sonido de ambos cuerpos chocando entre si más intenso y los gemidos de ambos cada vez más altos.

Vapores de calor invadieron el aire, separándose unidos por un hilo de saliva y respiraciones agitadas. Los San Juan perdían la noción del tiempo rodeados de éxtasis.

L:¡Aahh!~ ¡Nando~ ya no.. aguanto!~.

N:¡Aah~ no hasta que yo me corra!~. -con la punta de su dedo, hizo presión en la punta de su miembro, Leo empezó a gemir de dolor al no poder correrse.-

Haciendo presión, liberando su escencia dentro de el y dejando al contrario venirse entre sus estómagos.

Exhausto salió de el. Leo se acomodo sobre su pecho, sintiendo como lo abrazo de su cintura y con la otra sostuvo su mano.

N: lo siento... -algo nervioso, dirigió la mirada hacia Leo.- Me deje llevar un poco. -este solo sonrió levemente, llevando la mano del mayor a su vientre.-

L: tranquilo, también lamento no decirte antes...

N:¿Que?. -fue lo único que pudo pronunciar. Hasta que el interrogatorio de Nando, salió a la luz.- ¿Cuando te enteraste?, ¿Te duele mucho?, ¿Que sientes?..... ¿¡Fuiste a una misión embarazado!?.

L: pues.. me enteré durante la misión, Gloria y Don Andrés me revisaron cuando empecé a vomitar mucho.. pero no te preocupes.. estamos bien.

Nando soltó un suspiro, mirando a su hermano con una sonrisa. De un movimiento rápido se subió encima de Leo para besarlo.

Hecho por mi...

N: estoy muy feliz, amor.

Dijo separándose del beso, recostando se nuevamente en la cama, el menor se acurrucó contra su pecho, quedándose dormido.
El mayor acaricio su vientre, hasta dormirse.