XXXV: Hielo o confianza

75 7 0
                                    

Camille

—Pero yo estoy aquí con Cams. ¿Y Fiona? —dijo Paul provocando a Océane

—Déjala en paz o hago que te vistan como ellas quieran.

Mis amigas se rieron de la broma. En cambio, Paul solo se levantó quitando mis brazos se encima suyo.

—¿Dónde vas?

—A la habitación con el gato del demonio.

¿Se había enfadado? Solo era una broma. No era para ponerse así...

Iba a levantarme cuando las chicas me dijeron que lo mejor era dejar que se calmase. La verdad es que la gente era más razonable cuando no se estaba enfadado, así que me quedé ahí. Las mariposas de mi estómago se contrajeron.

—Entonces contadme un poco más.

Me dieron una cerveza fresca para tomar algo mientras hablábamos. La vertí en un vaso con hielo —a pesar del frío—.

—Pues a parte de lo que hemos contado...

—Ah, sí. Hay una crisis de sífilis en la universidad. No te acuestes con cualquiera, que luego eso es un marrón. Se cree que lo empezó Jean o uno de esos por andar por ahí sin protección.

—Tengo novio, ¿recuerdas? ¿Por eso le preguntasteis si tenía alguna ETS?

—Claro. Y nos enseñó un certificado médico conforme tenía todo en orden. Velamos por ti, querida —aclaró Sahar

Hablar de eso con mis amigas no era lo más cómodo del mundo.

—Bueno Camille, ¿del 1 al 10 qué tan bueno es en la cama?

Me atraganté con la cerveza. Empecé a toser por la mezcla de gas con aire. No era muy agradable.

—No lo hemos hecho aún. Tampoco os comentaría nada. Eso no se habla.

—Pero-

—No. De eso no voy a hablar —Esta vez fui firme.

Oí el timbre. Iba a conocer a Fiona. ¡Qué bien!

—Voy a abrir yo —canturreó Océane

Se oyó una voz femenina nueva. Me levanté para saludar a Fiona. Nos estrechamos la mano como si estuviéramos en un entorno formal. 

—Aquí todas somos como familia. Como si estuvieras en tu casa, Fiona.

—Mira. Esta es Colette, la que siempre está poniéndonos en problemas pero tiene contactos en todos lados así que nos libramos casi siempre. Julie es lo que lo arregla, es la más santa de aquí. Sahar es... Sahar. Le gusta todo lo que sea fiesta aunque es un poco más responsable. Camille viene a ser un cielo, no hace nada y se porta bien todo el rato. Pero no la cabrees que sabe como encajar un buen golpe. 

—Gran descripción. Yo también te amo, Océane —dijo Colette medio ofendida—. Bueno, ya conoces a Océane. Ella es la chica que no le importa nada de lo que pasa. ¿Se acerca una fecha de entrega importante? Ella es la que diría Aún quedan un par de días, tranquila. Es taaaaan responsable.

Eso no podía ser más cierto.

—Creo que quedo yo entonces. Soy Fiona y soy extrovertida cuando estoy en confianza. Prefiero quedarme en casa a ir de fiesta pero acabo yendo donde esté Océa. He oído que sois unas chismosas, así que no hace falta que os cuente los detalles de como surgió el amor.

Nos quedamos hablando de cosas triviales. Pero el ambiente era raro. Desde que Fiona había aparecido era... diferente. No era culpa suya pero...

—Camille, ¿me acompañas a buscar más cervezas a la nevera?

NeblinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora